Es que los cambios en la forma de aplicar los impuestos internos decididos por el Gobierno a partir del 1 de enero para los 0 km premium ya empiezan a impactar en el valor de los vehículos. Ya comenzaron a llegar las listas de precios con el nuevo esquema tributario, con aumentos que llegan hasta el 24%.
La decisión oficial de ampliar la base imponible para autos, motos y embarcaciones tendría este nivel de impacto ya que este gravamen, según habían anticipado desde las distintas marcas, sería trasladado directamente a los precios, salvo excepciones.
Las empresas esperaron a la publicación de la norma en el Boletín Oficial para hacer cálculos y salir al mercado con las cotizaciones actualizadas. Por eso, en los próximos días, las otras compañías irán dando a conocer los valores de sus autos.
Así, por ejemplo, la Hyundai Santa Fe con motorización diésel 2.2 pasó a costar de un mes para el otro de u$s 57.500 a u$s 71.300, lo que significa un incremento del 24%, pero no fue el único caso. También Toyota, Chrysler, Jeep, Audi, Alfa Romeo, entre otras empresas, ya están vendiendo los autos con el aumento. Esta suba del 24% se debe a que los vehículos diésel fueron los más afectados por la medida, mientras que los nafteros tienen aumentos más cercanos al 11%.
Se estima que estos ajustes podrían frenar un poco las ventas del segmento premium en un momento en que el mercado, en general, está mostrando una desaceleración respecto de enero de 2011 según la demanda que se percibe en los primeros días de 2012.
Hasta el año pasado, este tributo lo pagaban los autos premium a partir de $ 212.000 y motos de más de $ 25.000 antes de IVA y sin margen de ganancias. Ahora el Gobierno decidió bajar ese límite a $ 150.000 para autos y $ 22.000 para motos -con el propósito de aumentar la recaudación- también previo a la aplicación del IVA y la ganancia del vendedor.
En la práctica, la medida afectaba en 2011 a los autos de más de u$s 55.000 mientras que con la modificación actual impacta en los que cuestan aproximadamente más de u$s 45.000 y a los autos de más de $ 196.000 de precio al público aproximadamente.
De todas maneras, la decisión de trasladar directamente al precio al público el impacto del impuesto depende de cada marca. En algunos casos, como el de Citroën, decidieron bajar el precio de su modelo C5 para que quede exento de los impuestos y no tener que aumentar el valor de manera importante.
En otro caso, como el de Honda, los precios de los modelos Pilot y Accord con motor V6, que ahora pagan impuesto interno, no fueron modificados porque son vehículos que se dejarán de comercializar. En el caso de la CRV, la empresa decidió absorber el valor del tributo.
“Hay algunas marcas que tendrán que ser cuidadosas con el ajuste porque si suben mucho el precio, corren peligro de no venderle ese modelo a nadie. Otras forzarán a los concesionarios entregándole un modelo al precio sin impuesto, pero con la obligación de llevarse otros modelos que tienen menos salida”·, explicó un directivo de una empresa importadora.
Además, como la medida oficial rige para todo el año, algunos vehículos que hoy están fuera de este régimen pueden quedar afectados si por la inflación se siguen ajustando los precios o por si se modifica la relación del tipo de cambio.
