Con inspiración en el modelo chileno, avanza la implementación de colectivos eléctricos en la Ciudad de Buenos Aires en el marco de una iniciativa que tiene por objeto dotar de energías renovables al sistema de transporte de colectivos de área metropolitana, reducir el costo del transporte público y disminuir el daño ambiental en las grandes ciudades.
Unos 2.480 buses eléctricos conforman la red de transporte público de Santiago de Chile. Es la ciudad que, fuera de China, tiene la mayor cantidad de unidades. Y actualmente está en proceso de licitación la incorporación de otras 1110. La Ciudad de Buenos Aires está lejos de esa cifra, pero ya inició el camino para abordar dos experiencias que buscan dotar de energías renovables al sistema de transporte de colectivos de área metropolitana, compuesto por unas 18 mil unidades.
En esta línea, próximamente se publicará en el Boletín Oficial el llamado a licitación para incorporar colectivos eléctricos en el área central. Se trata de buses chicos, con un recorrido que unirá el Parque Lezama con la Plaza San Martín, en Retiro, y que tiene como objetivo que vuelva a haber transporte público entre los metrobuses de la 9 de Julio y del Bajo, adonde fueron trasladadas las líneas que antes circulaban por calles como Perú, Chacabuco, Maipú o Piedras. Las novedades tienen que ver con que tendrán solo conductoras mujeres y los usuarios no pagarán por los viajes.
El encargado del proyecto es el Secretario de Transporte porteño, Jorge Kogan, quien actualmente se encuentra en la ciudad de Leipzig (Alemania) participando del Foro Internacional de Transporte (ITF, según su sigla en inglés) del que Argentina es miembro junto a otros 68 países, aunque este año no concurrió ningún representante del Gobierno nacional.
Bajo la consigna “Greening Transport, keeping focus in times of crisis” (Transporte Ecológico, mantener el foco en tiempos de crisis), la movilidad eléctrica y el modelo Santiago de Chile y la movilidad sustentable, con menos emisiones de gases tóxicos, son tema de conversación en Leipzig, donde en cada mayo confluyen ministros, investigadores, operadores y ONGs.
De acuerdo con los pliegos que serán públicos en los próximos días, la licitación será por 12 ómnibus, de los cuales diez estarán operativos y dos quedarán como reserva. No podrán superar los 7.30 metros de largo y tendrán 16 asientos.
Como recorrerán el área central, y la zona del Casco Histórico, que tiene protección ambiental, no podrían circular a más de 12 kilómetros por hora. Así, se espera que el recorrido completo, comprendido por una vuelta de alrededor de 12 kilómetros en total, demande una hora y cincuenta minutos.
Los colectivos tendrán su playa de estacionamiento en un bajo autopista, que es propiedad de la Ciudad en la avenida Brasil. Y desde allí partirán para hacer el recorrido de ida, que aunque aún está pendiente de la confirmación final, sería por Perú, Piedras, San Martín, Marcelo T. de Alvear y Esmeralda para terminar en Libertador y Maipú. El regreso será por esta calle y su continuación, Chacabuco.
Se trata de una primera experiencia en cuanto al cambio de tecnología en materia de colectivos, el contrato inicial será por dos años, con opción a extenderlo por uno más. De la licitación podrán participar las empresas del transporte locales y se espera que en aproximadamente dos meses se realice la apertura de los sobres con las propuestas. La Ciudad les pagará el servicio por kilómetro recorrido, y como luego deberá llevarse a cabo la compra de las unidades, requeridas por el crecimiento de su uso en el mercado internacional, el cálculo oficial apunta a que recién podrían comenzar a circular a mediados de 2025.
El otro proyecto de movilidad eléctrica para Buenos Aires es el del Tranbus. También surgió de una necesidad, la de tener una línea de transporte público que recorra la Costa del Río de la Plata. Está menos avanzado que el de los buses del área central, pero ya se trabaja en base a experiencias anteriores en Madrid, Barcelona y Bilbao. El recorrido preliminar partirá desde la estación Congreso de Tucumán del subte D. Irá por esa calle hasta el Parque de la Innovación y cruzará por el Puente que llevará el mismo nombre y se hará junto al Labruna, para ingresar a Ciudad Universitaria. De ahí al Aeroparque, Punta Carrasco, Retiro y La Boca. El primer tramo sería el de la zona norte. Y el segundo llegaría a La Boca. No se descarta una tercera etapa por la costa del Riachuelo hasta Lugano.
Los vehículos son buses, similares a colectivos, pero que se impulsan por electricidad. No necesitan rieles ni catenaria, porque se cargan cuando paran en las estaciones, además de cuando están detenidos en la terminal. Para comenzar se piensa en 25 unidades, que llegarían a 60 para la operación completa.