El conflicto con los autos 0 km trabados por la Aduana en el Puerto de Zárate parece encontrar una salida. Ayer, durante el congreso anual de la Asociación de Concesionarios de la República Argentina (Acara), dos altos funcionarios del Gobierno le prometieron a los empresarios del sector que comenzarán a liberar las unidades que aún no pudieron ingresar al mercado, según informa El Cronista Comercial.
Uno fue el ministro de Economía, Hernán Lorenzino, quien participó del almuerzo que realizó Acara y prometió a las autoridades de la entidad una liberación gradual de los modelos. Unas horas antes, la ministra de Industria, Débora Giorgi, había hecho lo mismo pero aportando un dato que generó mayor esperanza entre los concesionarios. Es que la funcionaria les aseguró haber mantenido una comunicación telefónica con el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, quien le dio una respuesta similar. Le dijo que gradualmente se liberarán las unidades. Moreno es el encargado de aprobar las Declaraciones Juradas Anticipadas (DJAI), paso necesario que impuso la oficina estatal para poder importar y nacionalizar los vehículos.
El conflicto salió a la luz ayer cuando El Cronista publicó que Terminal Zárate –el puerto por excelencia para la importación y exportación de autos– había alrededor de 30.000 unidades esperando para ser nacionalizadas entre las que estaban en tierra y en entre siete y once buques esperando para poder descargar, algo que no pudieron hacer aun por no haber espacio físico libre en el puerto. La falta de liberalización también está complicando las exportaciones de las terminales que producen en el país, ya que utilizan las mismas bodegas de los barcos que están esperando frente al puerto de Zárate.
La liberación del puerto
El propio Viktor Klima, presidente de la Asociación de Fábricas de Automotores (Adefa), se mostró preocupado por la situación ayer en el evento de Acara. “Sabemos que en el puerto de Zárate hay una situación difícil, por lo que esperamos una pronta solución”, dijo.
El problema es que, además de las trabas que sufren al no poder importar y tampoco exportar, las terminales están sufriendo un alto costo financiero. Según explicó alto ejecutivo a este medio, el valor diario de tener una unidad en la playa descubierta de Zárate “es de alrededor de $ 100, con el riesgo que conlleva en esta época las posibilidades de que caiga granizo”.
La promesa de liberalización de Lorenzino y Giorgi dejó conforme a las terminales y generó un alivio para las concesionarias que ya sufrieron un abril con caída en las ventas. Además, las trabas de la Secretaría de Comercio Interior llegan en medio de un cambio de sensación del mercado automotor, en donde se cruzan los optimistas que pronostican un crecimiento de 6% en las ventas para este año respecto de 2011 –el año pasado se patentaron 857.983 unidades– y aquellos que ya hablan de que “en un contexto global como el actual, tener un mercado de 850.000 unidades está muy bien para la Argentina”. Para estos últimos, el freno burocrático de Moreno y la Aduana se va a sentir en junio con una nueva caída en los patentamientos y en la producción nacional.
Mientras tanto, Horacio Delorenzi, gerente general de Acara, reconoció en el evento que el sector “viene sufriendo los feriados” porque caen la cantidad de días laborales. Y agregó que, si se le suma la falta de unidades “la situación va a ser más compleja. El normal aprovisionamiento de unidades es fundamental para nosotros, podemos vender si tenemos la cantidad de unidades necesarias para hacerlo”, agregó el ejecutivo de Acara.
