16.7 C
Buenos Aires

China invierte para impulsar la nueva Ruta de la Seda

MÁS NOTICIAS

China impulsa las “Nuevas Rutas de la Seda” para ampliar sus mercados y revitalizar tanto su comercio exterior como su economía, ralentizada a su ritmo más bajo del último cuarto de siglo. Lanzada por el presidente Xi Jinping en 2013, esta iniciativa se basa en un cinturón de vías terrestres que conectan China con Europa a través de Asia Central y una ruta marítima que enlaza con el Sudeste Asiático y África.

 

Para aumentar sus intercambios internacionales, Pekín tiene previsto invertir un billón de dólares (unos 900.000 millones de euros) en estas nuevas vías comerciales, según los cálculos del banco Standard Chartered. Para ello, ha creado un fondo con 40.000 millones de dólares (36.000 millones de euros) que tiene como objetivo fomentar la inversión privada en dicho proyecto. A él se suma la partida de 150.000 millones de dólares (134.000 millones de euros) prevista por Nuevo Banco de Desarrollo, creado por los países que forman los Brics (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica). Por su parte, el Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras, que cuenta con 57 países miembros, dispone de otros 100.000 millones de dólares (90.000 millones de euros). Además, el Banco de Desarrollo de China y el Banco Exim, dedicado a financiar la importación e importación, han recibido sendas inyecciones de 48.000 y 45.000 millones de dólares (43.000 y 40.000 millones de euros, respectivamente) que les permiten hacer inversiones por valor de 400.000 millones de dólares (358.000 millones de euros) a cada uno de ellos.

 

Extensión

Bajo la denominación «Un cinturón, una ruta» (“One Belt, one Road” en inglés), ambas incluyen a 70 países y organizaciones internacionales y conectan a más de la mitad de la población mundial, sumando casi el 50% de la producción global de bienes y servicios.

 

Buena prueba de ello son los trenes de mercancías que, procedentes de varias ciudades chinas, llegan cada día a la terminal de contenedores de Duisburgo (Alemania), una de las mayores del mundo. En trayectos que duran entre 11 y 13 días, sus vagones transportan desde las fábricas chinas todo tipo de artículos baratos que luego se venden en las tiendas europeas y regresan con maquinaria pesada, coches y piezas para el sector automovilístico. Continuando su camino hasta España, el ferrocarril más largo del mundo recorre los 13.000 kilómetros que distan entre Yiwu, desde donde se exportan la mayoría de artículos de pequeño consumo que se producen en las factorías chinas, y Madrid. Cargado de ropa, zapatos y bolsos, el primer tren que une China con Irán llegó en febrero a Teherán.

 

Aunque todavía están en fase inicial, las Nuevas Rutas de la Seda ya están dando sus primeros frutos y el año pasado contribuyeron a aumentar un 18,2% la inversión china en los países por donde discurren, llegando a los 14.800 millones de dólares (13.200 millones de euros), según cifras oficiales. En total, el valor de los contratos firmados ascendió a 92.600 millones de dólares (83.000 millones de euros), pero tal cantidad se queda pequeña en comparación con el billón de dólares (900.000 millones de euros) que generaron sus transacciones comerciales. De este modo, casi un cuarto del comercio exterior de China se genera ya en las Nuevas Rutas de la Seda.

 

 La historia

Desde Chang´an, la actual Xi´an que fue capital de doce dinastías imperiales, hasta la antigua Constantinopla, la Estambul de nuestros días, esta ruta recorría miles de kilómetros a través de China, Asia Central y Oriente Medio para llegar a Europa. Con viajes legendarios como el del mercader veneciano Marco Polo, las caravanas de camellos seguían este trazado y sus distintos ramales, que se adentraban en la India y se extendían hasta el interior de Rusia, para transportar la seda china a Europa y los más diversos productos occidentales hasta el Lejano Oriente.