Pese a haber reducido un 50 por ciento el salario de sus trabajadores en marzo, ni bien inició la cuarentena, la aerolínea incluyó a su directora ejecutiva, Rosario Altgelt, en el Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP) que dispuso el gobierno argentino, para contener la crisis del sector privado. Los gremios del sector en alerta ante las acciones de la empresa.
El plan de ayuda estatal para empresas es una medida excepcional que en el marco de la emergencia sanitaria le abona hasta el 50% de los salarios al sector privado. Con este beneficio, la ejecutiva de LATAM recibió algo más de 33 mil pesos, equivalente a tres Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), destinado a trabajadores informales y monotributistas de las categorías más bajas.
Así, la empresa que dejó a decenas de miles de pasajeros argentinos varados en el mundo tras desatarse la pandemia, comunicó a través de los medios su decisión de “ajustar salarios” por el período abril-mayo-junio. Al mismo tiempo abrió un programa de retiros voluntarios para reducir personal.
El caso se suma a los de Martín Berardi, el presidente ejecutivo de Ternium, una de las empresas del Grupo Techint, y Carlos Eduardo Bacher, quien no solo es un alto directivo de esa mega empresa sino que también es el responsable ejecutor de los 1.450 despidos en marzo pasado.
La ITF cuestionó el plan de despidos y retiros voluntarios en LATAM
Días atrás, Stephen Cotton, secretario general de la Federación Internacional de Trabajadores del Transporte (ITF), enviaba una carta al CEO de LATAM Roberto Alvo en la que cuestionó “el plan para el retiro voluntario y licencias sin goce de sueldo, incluyendo un forzado recorte salarial a sus empleados” dispuesto por la empresa ante la crisis del sector aerocomercial como consecuencia de la pandemia COVID-19.
En la misiva Cotton señalaba “nuestros 30 sindicatos afiliados de aviación nos han informado que LATAM ha lanzado un plan para el retiro voluntario y licencias sin goce de sueldo, incluyendo un forzado recorte salarial del 50 por ciento de sus empleados, mientras se distribuye una cantidad sustancial de dividendos a sus accionistas”, y agregó “sabemos que LATAM está tratando de obtener ayuda financiera de los gobiernos de Chile y Brasil, es decir, asistencia financiada por los impuestos de contribuyentes”.
