Será hasta las 24 y luego la asamblea definirá nuevas medidas de fuerza. Además, los trabajadores se movilizarán a la sede del Ministerio de Trabajo.
Los choferes de la línea 60 de colectivo siguen este miércoles el paro que comenzó el lunes por la tarde y afecta a más de 250 mil usuarios diarios. El paro se debe a la reincorporación de trabajadores despedidos y por mejoras en las condiciones laborales.
La medida de fuerza comenzó cerca de las 17 del lunes y se extiende a los 19 ramales de la empresa Micro Ómnibus Norte S.A. (Monsa), que une Constitución con los partidos bonaerenses de Tigre y Escobar. Los delegados de la línea denuncian despidos arbitrarios, incumplimiento de la frecuencia establecida por la CNRT, mal estado de las unidades y malas condiciones de seguridad e higiene.
“Esto comenzó por el despido de un compañero en forma arbitraria. El martes, fuimos citados junto con la empresa por el Ministerio de Trabajo a una reunión. Pero la empresa no asistió. Por la tarde hicimos una asamblea en la que votamos hacer 24 horas más de paro, hasta la medianoche de hoy. Después definiremos cómo seguirá nuestro plan de lucha“, explicó Néstor Marcolín, delegado de los trabajadores de la línea 60.
Uno de los reclamos es que se cumplan las medidas de seguridad en las cabeceras. Hace dos años, un mecánico que trabajaba en la de Barracas murió como consecuencia de las heridas que sufrió cuando se le cayó encima un colectivo. El vehículo estaba sobre un autoelevador que se desplomó. “Todavía no hicieron una fosa y se sigue usando un autoelevador”, contó Marcolín.
Marcelo Pasciuto, el presidente de MONSA-Línea 60, le aseguró a Clarín: “La medida de fuerza se originó porque despedimos a un chofer de 35 años que faltó 482 días en los últimos tres años, entre ellos 63 días sin aviso. Le pagamos el total de la indemnización. Respecto de los otros reclamos, la empresa está bajo control permanente de la CNRT y todos los colectivos están habilitados”.
Pero los delegados de la línea afirman que las inasistencias del chofer son una excusa y que, en realidad, lo echaron por su militancia gremial. “El chofer despedido se había presentado como candidato a delegado -señala Marcolín-. Y cuando faltó al trabajo, lo hizo porque sufrió lesiones en accidentes cubiertos por la ART. No tuvo inasistencias no justificadas”.
