Mediante un comunicado, el organismo señaló que se han detectado niveles elevados de Toxina Paralizante (TPM) en moluscos bivalvos, lo que no los hace aptos para el consumo humano. Este alerta está determinado por los resultados de los análisis realizados por el Laboratorio Regional de Salud Ambiental, Centro de Biología y Toxicología Aplicada de Viedma.
El área de Salud Ambiental recordó a la población que “los mejillones, cholgas, almejas, berberechos, caracoles y el resto de los moluscos no presentan ninguna alteración, ni en el aspecto ni en el sabor, por la presencia de esta toxina, la que tampoco se destruye con la cocción ni con el agregado de limón o vinagre”.
Síntomas y estadísticas
El consumo de moluscos afectados por este fenómeno produce en el hombre una intoxicación con síntomas que aparecen poco después de haberlos ingerido, aproximadamente media hora, como “hormigueo" en los labios, la cara y en el cuello.
Otras manifestaciones son dolor de cabeza, dificultades en el habla y para respirar, pudiendo llegar en los casos más graves a la muerte por parálisis respiratoria. Para evitar riesgos de intoxicaciones el ministerio de Salud reiteró la recomendación de “no recolectar moluscos y/o mariscos en las playas para el consumo familiar, como así también evitar la compra de preparaciones elaboradas con mariscos (conservas, ensaladas, paellas, etc.) en puestos callejeros o locales que no tengan habilitación bromatológica”.
La estadística nacional indica que los casos de intoxicación ocurridos en Argentina han sido por moluscos obtenidos fuera de la cadena comercial legal. Por ello se recomienda consumir alimentos que cuenten con los análisis sanitarios de organismos oficiales competentes, comercializados en pescaderías, restaurantes o locales de comidas debidamente habilitados.
Ante cualquier duda, los interesados pueden consultar en la Unidad Regional de Salud Ambiental Viedma, ubicada en Estrada y Lamadrid de Viedma o llamando a los teléfonos 02920- 425300 y 427717.
