Mientras el gobierno nacional impulsa un decreto que podría desmantelar buena parte del entramado fluvial y portuario argentino, la Comisión de Intereses Marítimos, Fluviales, Pesqueros y Portuarios de la Cámara de Diputados no registra ni una sola actividad desde que asumió su actual presidente, el santafesino Gabriel Chumpitaz.
Designado el pasado 5 de noviembre para reemplazar al fallecido Héctor Stefani, Chumpitaz, entonces referente del PRO y hoy alineado con el bloque Futuro y Libertad, aseguró que habría “continuidad en la agenda” y celebró su designación como “un honor”. Sin embargo, han pasado casi seis meses y la comisión no fue convocada ni una sola vez, a pesar del clima de creciente preocupación entre los trabajadores del sector y las señales de alerta lanzadas desde distintos gremios.
La inacción del legislador se da en el marco de una avanzada del Ejecutivo sobre la Ley de Cabotaje, que sería modificada mediante un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU). La desregulación pondría fin a la obligatoriedad de contratar tripulaciones nacionales, lo que implicaría una amenaza directa a miles de puestos de trabajo y a toda la estructura de la Marina Mercante. Pese a la magnitud del tema, Chumpitaz se mantiene en silencio.
Su ausencia también fue notoria en una reciente jornada sobre soberanía y defensa de la industria naval realizada en el Congreso, donde distintos gremios participaron para exigir respuestas. El evento fue organizado por el vicepresidente segundo de la comisión, Gustavo González (UxP), y tuvo escasa presencia oficialista. Por orden de la presidencia de la Cámara, encabezada por Martín Menem, la actividad ni siquiera fue transmitida por el canal oficial de Diputados.
Durante ese encuentro, el secretario general del Centro de Patrones y Oficiales Fluviales, Mariano Moreno, no ahorró críticas: “Sinceramente hubiésemos preferido ver más diputados que compañeros. Muchos se niegan incluso a abrir comisiones como la de Intereses Marítimos. Da vergüenza sentir que tenemos este tipo de legisladores”.
Moreno también alertó sobre el cierre de escuelas estratégicas para el sector, como la Escuela Nacional de Náutica, la Fluvial y la de Pesca, y advirtió que “lo que está en juego no es solo el trabajo, sino la soberanía y el futuro de una industria fundamental para el país”.
En este escenario, la parálisis de la comisión se percibe como un abandono institucional liso y llano. Mientras el país discute el futuro de su flota mercante, su red fluvial y sus puertos, quien debe liderar ese debate no aparece. Más grave aún, se trata de un diputado que se muestra activo en redes sociales hablando de “productividad y trabajo”, pero que lleva medio año sin convocar a su comisión.
Hoy, el Congreso necesita más que nunca representantes que estén a la altura de las circunstancias. Chumpitaz, por ahora, elige mirar para otro lado. La historia, como recordó Moreno, sabrá juzgar, pero la ciudadanía también.