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La revolución tecnológica, la automatización y el impacto en el mercado laboral en una nueva normalidad

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Por: Conrado Reinke (*)

La Industria 4.0 implica una nueva revolución que combina técnicas avanzadas de producción y operaciones con tecnologías inteligentes que se integran desde hace unos años en las organizaciones, las personas y en el Estado. Esta revolución está marcada por la aparición de nuevas tecnologías como la robótica,  la inteligencia artificial, la nanotecnología y el Internet de las cosas, con más velocidad que cualquier otra revolución.

Sabemos que el potencial de esta cuarta revolución industrial es su alcance: es mucho más amplia, afectando a todas las industrias, los sectores y a la sociedad. Transforma los productos, la cadena de suministro, las expectativas, los comportamientos y el mercado laboral. La economía digital, la innovación, la inteligencia artificial, la robotización y la impresión 3D, entre otros avances tecnológicos, contribuyen a inducir cambios estructurales en todos los sectores de actividad y en el mercado de trabajo, redefiniendo los tipos de trabajos realizados en nuestras economías tal como los conocíamos.

Las megatendencias que operan en la economía 4.0 se han visto irrumpidas por la transversalidad de la pandemia del COVID-19, que genera un repensamiento de los procesos para transitarla, pero también nos desafía a pensar una nueva normalidad.  La vida como la conocíamos ha cambiado drásticamente, con desafíos desconocidos que afectan a miles de millones de ciudadanos, pero también a gobernantes nacionales, provinciales y locales. El mundo post-Covid19 tendrá una economía moldeada por nuevos hábitos y regulaciones basadas en la reducción de la interacción, protocolos de higiene y restricciones de viaje. La disrupción que ha generado la pandemia cambiará el modo en que los ciudadanos comen, trabajan, compran, se ejercitan, socializan, utilizan su tiempo libre.

La construcción de una nueva -y mejor- normalidad tendrá como uno de los ejes el repensamiento del mercado laboral, que estaba en profunda transformación a partir de la  automatización y el surgimiento de la economía GIG y empleos de plataforma.  Ambos ciudadanos y organizaciones se enfrentan al desafío de descubrir los beneficios de una nueva manera de abordar los hábitos:  nuevas modalidades de trabajo, de administración de negocios, que desafiarán las normas tradicionales.

Tanto los gobiernos como las empresas y los trabajadores se enfrentan a los desafíos de la pandemia COVID-19, y a la incertidumbre del después. Sin embargo, la oportunidad radica en prepararse para la nueva normalidad: moldear dicho después y prepararse con estrategias que permitan la recuperación económica, el fortalecimiento de las instituciones y los niveles de empleo. La tecnología será un aliado para los gobiernos, ciudadanos y empleadores para transitar el actual contexto, así como para atravesar la transición y diseñar una mejor normalidad.

Esta nueva normalidad debiera estar cimentada en el fomento de la capacitación a lo largo de la vida, en la generación de acciones para cerrar la brechas de género, la brecha digital y las brechas de habilidades, fortaleciendo nuestro tejido social y focalizando en los jóvenes y en los grupos vulnerados. En este sentido, resulta fundamental diseñar estrategias para gobernar y administrar en un contexto desconocido.

Esta nueva normalidad genera retos en la regulación y desafía el alcance de las normas laborales, fiscales y de protección a los trabajadores que fueron pensadas para la economía tradicional. El diálogo social es el camino para abordar estas nuevas dinámicas, donde políticas públicas y leyes son necesarias para promover el crecimiento y el desarrollo económico sin precariedad laboral.

La digitalización y la automatización imponen retos, pero también ofrecen oportunidades. Es necesario promover más y mejores  políticas de empleo con foco en las poblaciones vulnerables para mejorar la empleabilidad y dar herramientas para una inserción exitosa en el mercado laboral en permanente cambio.

(*)Abogado Experto en Derecho del Trabajo y Empleo
Presidente de World Skills Argentina
Vice Presidente de World Skills América