El creciente movimiento en la playa de contenedores del puerto local abre el camino a la radicación de empresas de servicios. Por ejemplo, la compañía de logística internacional House To House, por medio de un acuerdo firmado con la Naviera Hamburg Sud, logró posicionar en el puerto local 46 contenedores de 20 pies, como primer paso para el desarrollo de nuevos negocios, con el propósito de aumentar el volumen de stock.
Otra ventaja de este servicio es la regularidad de la barcaza, que ya está ofreciendo dos recaladas mensuales. “En este caso, el destino de los contenedores será el puerto de Callao (Perú) para una importante firma importadora de alimentos -entre ellos arroz- de ese país”, según comentó a El Litoral el gerente comercial de la firma, Luciano Collo, quien además sostuvo que “la ventaja de este servicio no sólo es la cercanía de las plantas exportadoras al puerto (entre 30 y 70 km), sino que de esta manera se reducen los costos internos y la oferta exportable logra ser más competitiva para salir a los mercados internacionales, considerando que en el mercado interno los costos por inflación dificultan la cristalización de los negocios”.
Collo explicó que “hoy nos encontramos ante un panorama sumamente favorable. Contamos con la regularidad de barcazas, disponibilidad de contenedores y -además- podemos ofrecer embarcar directamente desde Santa Fe al mundo”. El gerente general de la firma, que logró rápida consideración del mercado empresario, sostuvo que “concretar negocios internacionales no es fácil, ya sea por el cambio de estructura logística, de costos y -particularmente- porque es necesario, muchas veces, romper con la costumbre de los exportadores y compradores en el exterior.
La mejor solución, para la coherente y razonable coordinación logística, es tener opciones. No es un capricho ofrecer a los exportadores embarcar desde Santa Fe. Digo muchas veces que jamás le ofrecería a un exportador mendocino o de La Pampa: ‘tenés que exportar vía Santa Fe’. Sería ilógico y anticomercial.
Pero también señalo que no es idílico que las empresas cordobesas, entrerrianas, formoseñas, y del centro-norte del país deriven sus exportaciones a Santa Fe, evitando los tramos terrestres como ser ir a retirar un contenedor a Buenos Aires, llevarlo a la planta donde se consolida, y remitirlo a terminal nuevamente. Para un exportador tucumano o salteño, esto significa un costo muy elevado y en algunos casos el gasto de flete carretero es mucho más caro que un marítimo a norte de Europa o sudeste asiático”, destacó.
En diálogo con este diario, Collo mencionó que “también tenemos que sumar la custodia en caso que la mercadería lo requiera; posibles inconvenientes al ingreso a la terminal en otros puertos; costos más elevados de ingreso a puerto y otros gastos que incrementan los números finales del producto directamente. Esperamos que éste sea el paso inicial para lograr la solidez y continuidad de trabajo que el puerto de Santa Fe merece gracias a sus ventajas diferenciales”, añadió.
