Luego de que el Gobierno oficializara, a través del Boletín Oficial, la eliminación del piso tarifario para pasajes en micro, desde la Cámara Empresaria de Buses de Larga Distancia (Celadi) dijeron que “para poder ofrecer esas tarifas hay que primero tener bajos costos”. Además, pidieron “avanzar en una reformulación integral del marco regulatorio” para el sector.
Previo a que el Ministerio de Transporte, a cargo de Guillermo Dietrich, quitara restricciones a las compañías de ómnibus para que pudieran vender pasajes baratos, la medida había sido implementada en el sector aerocomercial.
De ese modo, las aerolíneas tradicionales como las low cost podían vender pasajes a un peso. Si bien esto fomentó al sector, desde Celadi manifestaron su disconformidad por la “falta de celeridad” para la actividad terrestre en materia de regulación: “Estas medidas, más allá de su potencial connotación positiva en el corto plazo para el pasajero del avión y del ómnibus, llevadas adelante de forma intempestiva y ausentes de una planificación integral pueden terminar resultando todo lo contrario en el tiempo”, anunciaron desde la Cámara a través de un comunicado.
Según indicaron, las empresas no pueden ofrecer menores precios porque no pueden bajar los costos: “Si bien siempre es preferible contar con el menor número de restricciones a la hora de fijar la política comercial de una compañía, tener la posibilidad de cobrar precios muy bajos no garantiza automáticamente la capacidad real de poder hacerlo”, explicaron desde Celadi.
Por ello los empresarios categorizaron: “Resulta entonces urgente, entre otras medidas, avanzar en una reformulación integral del marco regulatorio que rige al servicio público de los ómnibus de larga distancia, permitiéndole contar con las mismas garantías, flexibilidades operativas y niveles de carga impositiva que cuentan los aviones”.
Y advirtieron: “Caso contrario, será imposible para los ómnibus lograr similares niveles de ocupación y eficiencia en el manejo de sus costos explotación. Y, en consecuencia, la irrupción de las tarifas low cost en el modo terrestre quedará relegado sólo a anuncios mediáticos vacíos de contenido o, peor aún, servirá para profundizar una ya de por sí compleja y prolongada crisis sectorial”.
En el documento se recordó la importancia del transporte terrestre de pasajeros y se ratificó el acompañamiento a la modernización de múltiples modalidades de transporte: “Nunca nos opondremos a acciones que tiendan a su modernización. Por el contrario, muchas de las medidas que se han anunciado para esa actividad son apenas una parte de paquetes más amplios de reformas regulatorias que el sector y esta entidad solicitó y trabajó en distintas mesas durante los últimos tres años, llegando ahora en forma parcial, incompleta y extemporánea”.
“Con nuevas reglas de juego el sector estará en condiciones de mejorar su ecuación económica y ofrecer entonces sí tarifas atractivas y sustentables, garantizando el derecho de todos los argentinos a contar con un transporte público, accesible y de calidad”, sostuvo el escrito. “Ese entendemos es el camino a seguir, un modelo integrado coordinado y donde el Estado sea el técnico de un equipo en dónde todos los jugadores sean igual de importantes”, concluyeron.
