Este emprendimiento apunta al tránsito de materias primas locales y de la región. La primera parte deberá hacerse mediante la erogación de US$ 700 millones, tanto del sector público como del privado.
Uruguay intenta instalar un nuevo centro de ingresos y salidas de productos y, a la vez, potenciar el tránsito carretero y ferroviario con países de la región, sobre todo con quienes no tienen salida al mar.
La ubicación elegida potencia la posibilidad de importar recursos energéticos y la salida de su producción agrícola y minera. Otra de las motivaciones es la descomprención del puerto de Montevideo y permitiría la entrada para barcos de gran calado, que hoy arriban a Buenos Aires y Río Grande.
Es la Asamblea General, que debe ratificar el plan por eso Mujica señaló en una carta que "la construcción y el desarrollo de dicho puerto se encuadra dentro de la política nacional portuaria de estímulo al desarrollo de una logística de transporte eficiente, que dinamice el desarrollo de la producción y la economía nacional".
El proyecto prevé realizarse entre el Estado e inversores particulares, entre los que se encuentra el interés del primer ministro de China, Wen Jiabao, quien lo manifestó durante su visita oficial al Uruguay.