"Vamos a ser mucho más duros con los boicots encubiertos. Vamos a ir sobre las personas", disparó Schiavi, quien apuntó sus cañones contra el secretario general de la Asociación del Personal Técnico Aeronáutico (APTA), sobre todo después de que Cirielli comparara a la gestión de la presidenta Cristina Kirchner con una "dictadura".
"Hay un recurso que es la generación de sumarios. Y vamos a tomar todas las medidas que determina la ley, mucho más cuando está en juego un servicio público tan importante como el de Aerolíneas", insistió el funcionario.
En declaraciones a radios porteñas, indicó que el Poder Ejecutivo accionará "contra los delegados (sindicales) o contra las personas que estén al frente de los boicots", para evitar que prolifere una "mala costumbre".
"Por eso, le decimos a cada uno de los trabajadores que no sean cómplices de maniobras que pueden querer aplicar algunos delegados para obstaculizar los vuelos. El hartazgo que expresaba ayer la presidenta Cristina Kirchner lo tienen todos", enfatizó Schiavi, que habló incluso de "sabotajes" en la línea aérea de bandera.
La respuesta del hombre de APTA
Cirielli, por su parte, negó que APTA haya boicoteado las operaciones de AA en busca de sumar mayor poder -como apunta el Gobierno- y arremetió contra la Presidenta, al acusar a Cristina de promover un "golpe institucional" en contra del sindicato de técnicos y controladores.
Después de que la jefa de Estado reiterara este jueves su pedido para terminar con las disputas "intrasindicales" en Aerolíneas, el gremialista calificó como "peligrosa" y "típica de una dictadura militar" a la postura que adoptó el Gobierno en medio del conflicto.
Además, volvió a disparar dardos envenenados contra el gerente general de la empresa de bandera, Mariano Recalde, de quien dijo que "no sabe nada de aviación", al igual que su número dos en la compañía, Axel Kicillof, otro joven integrante de la agrupación kirchnerista La Cámpora.
"Me sorprende el grado de agresividad y contradicción", afirmó el sindicalista, con respecto al encendido discurso que brindó la Presidenta al inaugurar un hangar en el aeropuerto metropolitano Jorge Newbery, donde llamó "cínicos" a los gremios aeronáuticos, los exhortó a trabajar y reveló los sueldos del personal, además de respaldar a Recalde.
Cirielli expresó que Cristina "dice que no hay que confrontar y el que confronta permanentemente con todos es el propio Gobierno" y redobló su apuesta al manifestar que "lo que el Gobierno está haciendo es un intento de golpe institucional en contra de un sindicato", en referencia al pedido en la Justicia para que se suspenda la personería gremial de APTA.
"Si es así es peligroso porque si la respuesta van a ser las intervenciones, van a empezar a intervenir radios, (canales de) televisión. Es muy peligroso porque esto es reaccionario, típico de cualquier dictadura militar y no de un Gobierno democrático", enfatizó el gremialista.
La justicia, una alternativa para el gobierno
Schiavi recogió el guante al enterarse de las declaraciones del sindicalista y amenazó con iniciar acciones legales contra Cirielli.
"Con el estado de democracia que hay en nuestro país, un dirigente sindical no puede decir que estamos viviendo en una etapa de cuasi dictadura", esgrimió Schiavi.
"Pero no es extraño en Cirielli. Cirielli es un provocador profesional", planteó el funcionario, en un nuevo cruce con el ex subsecretario de Transporte Aerocomercial del gobierno de Néstor Kirchner.
En un contexto de permanente ebullición, el sindicalista reiteró su pedido para que Aerolíneas sea manejada por "gente idónea y capaz", al tiempo que expresó que le gustaría saber "cuánto cobra" Recalde, su gerente general.
Por último, manifestó que la Presidenta "miente" cuando dice que los trabajadores de la empresa ganan "16 mil pesos" en limpio, ya que, según indicó, perciben "11 mil pesos de bolsillo" en promedio.
