Así se expresaron los trabajadores y trabajadoras del Canal de Panamá, luego de que las manifestaciones en reclamo por mejores condiciones laborales fueran violentamente reprimidas el pasado 29 de abril. La Federación Internacional de Trabajadores del Transporte (ITF) condenó la violencia y exigió la intervención de las autoridades del país.
De esta manera, el pasado 29 de abril, los trabajadores representados por la Unión de Capitanes y Oficiales de Cubierta (UCOC) y por la Unión de Ingenieros Marinos (UIM), que lidera Luis Yau, denunciaron la violencia con la que la policía panameña disolvió una protesta. Las fotos y los videos captados por espectadores horrorizados muestran a la policía lanzando gases lacrimógenos contra los manifestantes y posibles disparos. Además, varios activistas sindicales fueron detenidos.

“Nos están poniendo unos turnos demasiado exhaustivos”, explicó Zaide Morán a Notitrans hace unas semanas, y agregaba que “nosotros somos madres, nosotros somos padres, nosotros somos amas de casa. No es posible que llegues a laborar a una hora y salgas 12 o 13 horas después, y vuelvas a la jornada siguiente a hacer lo mismo”.
“Nos han quitado un día de trabajo por más horas laborables. Ahora venimos cuatro días a la semana, pero con jornadas de 12 horas”, subrayó Morán.
A los trabajadores y trabajadoras del canal les preocupa que pueda producirse un incidente aún peor que el encallamiento del Ever Given en el canal de Suez; les preocupa que muera gente. Por ello, el sindicato reivindica una modificación urgente de los horarios de trabajo y los turnos para frenar la fatiga mortal que podría desatar cualquier calamidad. Pero los cambios dependen de una negociación colectiva que, según el sindicato, no va bien, ya que la Autoridad del Canal de Panamá actúa “de mala fe”.
La ITF apoya las reivindicaciones
En ese sentido, desde la ITF, que afilia a más de 20 millones de trabajadores del transporte, representados en 670 organizaciones sindicales de 150 países, señalaron que “las autoridades panameñas optaron por desatar la violencia policial contra los activistas sindicales y detener a manifestantes pacíficos en lugar de abordar los problemas de seguridad urgentes que ha venido denunciando el personal que trabaja en el canal”.

“La ITF condena la violenta opresión contra sus trabajadores por parte de la Autoridad del Canal de Panamá”, sostuvo Edgar Díaz, secretario regional de ITF Américas, y agregó “expresamos nuestra solidaridad y nuestro apoyo a la lucha de estos trabajadores y trabajadoras, que simplemente ejercían su derecho a manifestarse, un derecho previsto en la Constitución panameña y en el reglamento del canal”.
En ese sentido, Díaz afirmó “el canal es un recurso mundial que necesita una gestión adecuada. En lugar de ello, la ACP se esconde detrás de una brutal actuación policial y desvía el foco de atención de su total incapacidad para abordar la creciente crisis de seguridad”.
Por su parte, el coordinador de la Sección de Navegación Interior de la ITF, Fabrizio Barcellona, expresó “el sindicato local y la ITF a nivel regional están tratando de colaborar con las autoridades panameñas para mejorar la seguridad del canal. El personal está haciendo jornadas demasiado largas, lo que compromete la seguridad de las tripulaciones y de los buques, además de la seguridad del propio canal de Panamá”.
“Las autoridades del canal, la policía y el Gobierno deben comprender que esta vía navegable está bajo lupa tras los sucesos de Suez de este año. El mundo está muy atento”, advirtió Barcellona.
Voces internacionales se suman al conflicto
Jacques Kerkhof, secretario federal del Departamento Marítimo del Sindicato Belga de Trabajadores del Transporte (BTB/UBT) y quién preside el Comité de Remolcadores de la Federación Europea de Trabajadores del Transporte (ETF), explica que el BTB y otros sindicatos de la ETF están “indignados por la situación en Panamá” y que “está en contacto periódico con su homólogo panameño, que lo mantiene informado de la violencia que está ejerciendo la policía contra los miembros de la UCOC”.

“Esta reacción policial es inaceptable”, comentó Kerkhof, y manifestó que “a todos, incluidos los armadores que utilizan el canal, nos conviene que se aborden los problemas de seguridad y se llegue rápidamente a una solución”.
“Con la actual gestión de la seguridad no sería de extrañar que el canal se llegara paralizar a causa de un accidente como el ocurrido con el Ever Given en Suez. Esta mala gestión provocaría una crisis económica mundial”, subrayó.
El conflicto viene de larga data
Las dificultades que afronta el personal y sus consecuencias para la seguridad en el canal de Panamá son bien conocidas dentro de la industria naviera mundial. En 2018, un informe independiente ya advirtió de los peligros de la fatiga de la fuerza laboral. La comunidad internacional advierte sobre futuros problemas si no se toman medidas para abordar el exceso de trabajo y el cansancio.

“La ACP es muy imprudente al buscar de forma constante una reducción de costos, independientemente de las repercusiones para la seguridad. En lugar de invertir en buques adecuados y en su gente, los administradores del canal optan por ejercer una presión insostenible sobre las mujeres y los hombres que trabajan en esta vía navegable, imponiéndoles turnos agotadores y peligrosos” reflexionaron desde la ITF.
“Por todo ello, hacemos un llamamiento a todos los grandes armadores del mundo y a las marcas globales que los contratan para transportar sus mercancías: en su propio interés, en el interés de nuestros trabajadores y trabajadoras de remolcadores y en el de la economía mundial, concedan una parte equitativa del pastel a cada elemento de la industria del transporte. Es la única forma de actuar de manera segura”, concluyeron.