"La postura de este gremio atenta directamente contra el crecimiento de toda la industria turística, que encuentra en Aerolíneas un aliado natural para el desarrollo de los destinos de todo el país, tanto para el mercado interno como externo", señaló el directivo.
Luego de los cuestionamientos de la conducción de APLA, Ghezzi expresó que la entidad "acompaña la gestión de (el presidente de Aerolíneas Argentinas) Mariano Recalde y su equipo, en el trabajo diario para lograr un mayor y mejor desarrollo del
sector, que es generador de divisas y multiplicador de empleo en todo el país". "Estamos viviendo una etapa soñada para el turismo en la Argentina, donde los actores públicos y privados articulan sus tareas y objetivos en función del beneficio de todos", enfatizó el directivo.
Ghezzi agregó que "el reemplazo de una flota reducida, vieja y heterogénea por una mayor cantidad de aeronaves, más nuevas y eficientes, es un paso fundamental para avanzar en la consolidación de una aerolínea moderna y competitiva a nivel mundial", lo que -aseguró- permitirá "ampliar la trama de rutas y continuar estimulando la llegada de turistas extranjeros".
La aerolínea de bandera decidió devolver a sus propietarios los aviones Boing 747/400 cuyos contratos de alquiler vencen a fin de año y en su lugar incorporar antes del 31 de diciembre cinco nuevas aeronaves del tipo Airbus-340 -de las cuales una ya se encuentra en operación-, como los que actualmente cubren las rutas a Sidney, Roma y Barcelona.
Según el Plan de Negocios presentado en el Congreso de la Nación en el 2009, Aerolíneas Argentinas concluirá el año próximo con 13 aviones Airbus 340 y prevé llegar a 15 en el 2013.
