Brasil lanzó un paquete de concesiones que impulsa inversiones por más de US$ 60.500 millones para modernizar y ampliar las carreteras y ferrocarriles del país. Para ello, el gobierno de Dilma Rousseff apuesta nuevamente al sector privado, como ya se hace tanto en los sectores de puertos y aeropuertos.
Si bien es un plan a 25 años, el 55% de la inversión deberá concretarse en los próximos cinco años. El ministro de Transporte Paulo Sergio Passos aseguró que “el objetivo es estimular la inversión en infraestructura”. Y agregó: “Estamos convencidos de que para acelerar el desarrollo, el país necesita una amplia red de infraestructuralogística moderna y eficiente”.
Las inversiones destinadas a carreteras alcanzarán los US$ 21.000 millones, y se prevé la entrega en concesión de 7.500 kilómetros a empresas privadas. Hasta la fecha, ya tiene concesionados 5.200 kilómetros. El resto del dinero será invertido en vías férreas, en el contexto de una “gran red ferroviaria nacional”, con una total de 10.000 kilómetros de vías.
Además de las licencias para manejar carreteras y líneas ferroviarias, los permisos estatales para el ingreso de capital privado abarcarán a puertos y aeropuertos. Los expertos sostienen desde hace tiempo que Brasil, la sexta mayor economía del mundo, debe mejorar su obsoleta y colapsada infraestructura para entrar finalmente en el grupo de los países desarrollados.
Más allá de la renovación de la infraestructura de cara a la Copa del mundo en 2014 y los Juegos Olímpicos en Río en 2016, este tipo de inversiones también le inyectarían oxígeno a la economía. Se estima que este año crecerá menos del 2%, casi la mitad del promedio del auge económico de una década que se estancó a mediados de 2011.
Ésta no es la primera vez que el Gobierno de Rousseff entrega concesiones a empresas privadas. En febrero de este año privatizó tres aeropuertos por US$ 14.000 millones.
Las empresas a cargo de la licitación de las carreteras se conocerán entre diciembre de 2012 y enero del año próximo, mientras que los contratos se cerrarán entre marzo y abril de 2013. En el caso de los ferrocarriles, el cierre de contratos se harán entre julio y septiembre del año próximo.
El nuevo programa prevé la creación de una Empresa de Planeamiento y Logística, a cargo del estudio de lasinversiones, la previsión de proyectos estructurales y también para atraer al sector privado a trabajar de forma conjunta con el Gobierno.
