La Prefectura Naval Argentina (PNA), con apoyo del Ministerio de Seguridad de la Nación, puso en marcha un protocolo inédito para la detección de trata de personas a bordo de buques pesqueros extranjeros que operan en aguas cercanas a la Zona Económica Exclusiva. El procedimiento, publicado recientemente en el Boletín Oficial, constituye el primer instrumento específico en la región para abordar este delito en entornos marítimos, históricamente complejos de fiscalizar por su lejanía y condiciones operativas.
Según informó Globalports, el protocolo fue desarrollado por el Departamento de Investigaciones de Trata de Personas y el Equipo Interdisciplinario para el Control de los Espacios Marítimos y sus Recursos (EICEMAR) de la Prefectura, en coordinación con fiscales federales y equipos especializados. La PNA será la única fuerza autorizada para aplicar este instrumento en su rol como autoridad policial marítima.
El documento oficial destaca que muchas tripulaciones extranjeras son reclutadas mediante engaños por agencias en sus países de origen y enfrentan situaciones de extrema vulnerabilidad, con barreras idiomáticas, escaso contacto con tierra firme y condiciones laborales precarias. Estos factores crean un entorno propicio para la trata de personas y la explotación laboral.
El protocolo incorpora estándares de actuación, lineamientos para entrevistas y una guía de preguntas exploratorias clasificada como reservada, destinada a facilitar la detección temprana de casos. Entre los principales indicadores que deberá evaluar el personal figuran el estado emocional de los tripulantes, las condiciones de alojamiento y trabajo, y posibles irregularidades documentales.
Además, se contempla la elaboración de perfilamientos de riesgo de tripulaciones y empresas armadoras, y se establece un mecanismo de intervención judicial inmediata para resguardar los derechos de posibles víctimas.
El abordaje busca priorizar la prevención y la asistencia primaria, sin limitarse únicamente a la sanción penal. “En un contexto donde las redes criminales trasnacionales operan fuera de los límites territoriales, este tipo de herramientas se vuelve fundamental”, remarcó Globalports, que ya había advertido sobre esta problemática en su cobertura de jornadas como “Trata de personas en el mar: una jornada para visibilizar lo invisible”.
El protocolo se suma al marco normativo internacional vigente, que incluye la Convención contra la Delincuencia Organizada Transnacional, sus protocolos y el Convenio OIT N.º 188, que establece condiciones mínimas de trabajo para los pescadores.
