El presidente del directorio de YPF, Miguel Angel Gutiérrez, afirmó ayer que “vamos a invertir en 2019 más que en este año y tenemos la financiación para ello: hemos previsto la generación de la compañía y más allá de los avatares tenemos nuestro plan de trabajo, está el dinero y allí vamos”.
Gutiérrez consideró que 2018 fue “un buen año” para la compañía, “aunque -aclaró- tuvimos que hacer frente a la volatilidad de variables muy importantes para este negocio, como el precio del crudo y el tipo de cambio”.
Durante un encuentro con la prensa por las fiestas de fin de año, el directivo sostuvo que “Vaca Muerta (la formación neuquina de hidrocarburos no convencionales) es uno de los temas principales de la compañía, sin olvidarnos del desarrollo de los convencionales”.
“El foco ha estado en la productividad y en la baja de costos, que en el período anterior eran imposibles: pese al trabajo de 2013 a 2015, no había un recurso para explotar de la forma en que ahora sí podemos“, aseguró.
Gutiérrez advirtió, no obstante, que en la comparación con los recursos shale de Estados Unidos se aprecia que “nos falta un camino por recorrer y eso lo va a dar la escala y el desarrollo de proveedores locales y nuevos del exterior, todo lo cual -aventuró- va a hacer que Vaca Muerta baje más los costos”.
Adicionalmente, agregó, “trabajamos mucho en conceptualizar el tema del gas, la oportunidad de los próximos 10, 15 ó 20 años para la Argentina“.
El titular de YPF confió asimismo en “empezar a soñar con la planta terminal de LNG, que de alguna manera será el caño que nos lleve al mundo, y generar toda la cadena de valor que está detrás de eso, con la petroquímica, la ampliación de plantas como la de Profértil o, eventualmente, llegar al desarrollo completo de la cadena de valor de Vaca Muerta”.
Gutiérrez agregó que “todo eso son inversiones multimillonarias que no se hacen de un día para el otro, pero YPF tiene un liderazgo que jugar en marcarle a todos los competidores y trabajar codo a codo con el Gobierno para que se desarrollen los marcos regulatorios o las leyes que sean necesarias para que se puedan cumplir, y al mismo tiempo atraer a empresas interesadas para que ingresen en este negocio a largo plazo”.
En lo que respecta al LNG, recordó que “viene una barcaza que empezará en febrero y, con adecuaciones, iniciará su operación en algún momento de abril a junio”. Aunque aclaró: “Pero esa es una salida transitoria”.
“Lo más importante -añadió- es seguir trabajando en el gran proyecto de la terminal de LNG, que es desarrollo petroquimico y la gran oportunidad para los argentinos, que va más allá de períodos presidenciales (porque) son cosas de 20, 25, 30 años”.
El ejecutivo indicó que “hay que abstraerse del ruido del precio internacional (del barril de petróleo), que a fines de 2015 estuvo en US$ 27, llegó luego a US$ 87 y hoy está en US$ 60, y focalizarse en que el recurso a largo plazo va a ser competitivo por la baja de costos”.
Gutiérrez remarcó, en materia de combustibles, que “el mercado hacía mucho que no operaba con libertad y tampoco con competencia”, aunque esa situación cambió, si se compara con julio de 2017, gracias a “un conjunto de jugadores del mercado”.
Enumeró entonces: “Trafigura compró los activos de Petrobras; Raizen compró los activos de distribución de Shell; y nosotros hicimos la operación de Oil, luego entregada a terceros, con lo que hay más competencia que antes y eso es bueno para la Argentina”.
En cuanto al desarrollo de YPF Luz, precisó que “está creciendo y ya orilla los dos mil Mw de generación eléctrica, entre proyectos propios ya establecidos y las construcciones en curso para entrar fuertemente en renovables, con una aspiración de llegar en 3 ó 4 años a ser una de las tres principales compañías del país en el rubro, con alrededor de cinco mil Mw“.
Gutiérrez anticipó, por último, que se sigue trabajando “en materia de diversidad: estamos comprometidos a eliminar barreras e integrar a la mujer, no sólo en puestos directivos de alta gerencia sino en toda la cadena de valor de la compañía”.
