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Trabajadores de la Patagonia apoyan a la FeMPINRA

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El sindicato de Luz y Fuerza Patagonia, que conduce Héctor González se solidarizó con los trabajadores portuarios que desde el sábado acampan en la puerta de Terminales Río de la Plata (TRP). Además, llamó a “una solución urgente del conflicto”.

González, que también es miembro de la CGT, contó que hoy se trató el conflicto portuario en la reunión del Consejo Directivo, previo a la conferencia de prensa de la central obrera. Acompañado por Roberto Coria, que lidera el gremio marítimo Guincheros, expresó su preocupación por la continuidad laborar de los trabajadores y por la situación que atraviesa el Puerto Buenos Aires.

Crítica al FMI

El dirigente del sindicato de trabajadores de electricidad arremetió contra el Fondo Monetario Internacional (FMI) y criticó la llegada de la Directora General del organismo, Christine Lagarde: “Los argentinos ya conocemos las consecuencias de seguir sus recetas. Lo hicieron antes y lo sufrimos. Ahora le piden nuevamente a este gobierno un ajuste de 300 mil millones de pesos, el doble del presupuesto para todo el año del país. Esto se traducirá en mayor desempleo, mayor recesión y mayor pobreza”, dijo el vocal de la CGT.

El gremialista adhirió con lo expresado en la conferencia de prensa brindada por el triunvirato de la CGT esta mañana. “Ya no es posible ajustar más la economía social en procura de equilibrio fiscal al servicio del FMI. La única verdad es la realidad: el gobierno inició su propia tormenta producto de las transferencias millonarias al sector especulativo en detrimento de la producción y el trabajo. Fugaron los dólares y fueron a pedirle plata a quien sólo presta si eso se traduce en ajuste y desempleo. No pueden ser los ciudadanos quienes paguen la fiesta de unos pocos”, señaló.

También recordó la situación que se vive hoy en el sur: “Al día de hoy, la Patagonia sufre los efectos de políticas nacionales cuyo resultado ineludible es la destrucción de proyectos productivos, y, por ende, de los puestos de trabajo involucrados. A lo que debemos sumar lo que está ocurriendo con el conflicto en Santa Cruz donde el problema no solamente es laboral sino que se convierte en un tema geopolítico, ya que la mina de río turbio está a cinco kilómetros de la frontera con chile lo cual lo convierte en un gendarme de la soberanía y mucho más si tenemos en cuenta que la mayor parte de esa población emigraría ante la falta de trabajo lo cual lo convertiría en un pueblo fantasma. Si ahora le sumamos las exigencias del FMI vamos camino a una crisis social de una magnitud impensada”, finalizó.