Según la última Encuesta Anual de Sustentabilidad en el Transporte de Cargas Terrestres de Avancargo, los transportistas argentinos están sintiendo más presión por parte de sus clientes para reducir sus emisiones. De acuerdo al relevamiento, que se basa en las respuestas de 376 empresas de transporte de distintos tamaños y ubicaciones geográficas recibidas en agosto de 2023, el 15% manifestó sentir esta presión, en comparación con sólo el 3% en 2022.
El sondeo de Avancargo abarca todo el universo posible de actores que integran el ecosistema del transporte de carga en Argentina. El cuestionario fue contestado por un 23.8% de choferes (“Le manejo el camión a mi empleador”), un 34.7% que reúne la condición de dueño del camión y chofer (“tengo un solo camión y lo manejo yo”), un 15.8% que llenó el casillero de Dueño y chofer con flota (“Manejo un camión de mi flota”), otro 15,8 se auto definió “Operador con flota propia” y un 9% que se catalogó como operador 3PL (“No tengo camiones propios, todo tercerizado”).
El reporte de 2023 también revela que la presión por reducir emisiones de carbono en las empresas más grandes aumentó significativamente en comparación con 2022. Esto es especialmente notable entre los operadores 3PL (proveedores logísticos), donde en 2023 la presión alcanza el 57%, en comparación con el 30% registrado en 2022.
Un 56% de los transportistas afirmó que esta presión proviene de una mayor conciencia propia del impacto ambiental. Un 7% considera que reducir la huella de carbono conlleva una reducción de costos operativos. Un 15% señaló que la presión proviene de sus clientes, y un 17% indicó que se debe a motivaciones personales. En resumen, el 80% de la presión para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en el transporte de carga proviene de motivaciones personales o necesidades comerciales.
A pesar de la creciente presión, solo un 15% de las empresas encuestadas lleva un registro o reporta de alguna manera sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Sin embargo, debido al aumento de la presión por parte de los clientes, las empresas más grandes expresan estar midiendo más que en 2022. Entre aquellos que sienten cierta presión, el 34% mide sus emisiones. Curiosamente, sólo un 13% de los encuestados mide las emisiones de sus transportistas subcontratados.