Un tren procedente de Pyongyang arribó esta semana a la estación Yaroslavsky de Moscú, marcando la reanudación del servicio ferroviario directo entre las capitales de Corea del Norte y Rusia, interrumpido desde 2020 por la pandemia de COVID-19.
La empresa estatal Russian Railways había anunciado a comienzos de junio el restablecimiento del servicio, que había quedado suspendido en febrero de 2020. La ruta, considerada la más larga del mundo con más de 10 mil kilómetros de extensión, demanda un trayecto de ocho días.
El tren llegó a destino con una hora de retraso y constaba de un único coche norcoreano acoplado a una formación del Ferrocarril Transiberiano. Según informó un representante ferroviario de Corea del Norte, el viaje inaugural no transportó pasajeros y funcionó como una prueba técnica. No se realizó ninguna ceremonia oficial de bienvenida, aunque algunos conductores descendieron en el andén y respondieron brevemente a medios locales.
De acuerdo con reportes preliminares, se prevé que el servicio tenga dos frecuencias mensuales de ida y vuelta. La reanudación del tren busca reforzar los vínculos bilaterales entre ambos países, así como promover intercambios entre sus poblaciones.