Al mismo tiempo, Johnson dijo que permitirá la venta de vehículos híbridos y furgonetas hasta 2035, en el marco de un plan de diez puntos al que llamó una “revolución industrial verde”.
El plan movilizará más de 12.000 millones de libras esterlinas (15.900 millones de dólares) con el objetivo de estimular tres veces más la inversión del sector privado para 2030, con el fin de crear miles de empleos e industrias verdes del futuro en todo Reino Unido y en el mundo.
El anuncio tuvo lugar cuando el líder británico pretende reforzar el liderazgo del Reino Unido en materia de cambio climático antes de ser coanfitrión de la Cumbre sobre la Ambición Climática el 12 de diciembre y de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2021 (COP26) en Glasgow el año próximo.
Para apoyar la aceleración del plan Johnson también anunció que el Gobierno británico lanzará una encuesta sobre la eliminación gradual de los nuevos vehículos pesados diésel.
También tiene como objetivo avanzar en la utilización de la energía nuclear como fuente de energía limpia a través de su uso a gran escala y desarrollar la próxima generación de reactores pequeños y avanzados, además de apoyar la utilización de los vehículos eléctricos.