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Registro Automotor: Un modelo de ventanilla única para la seguridad y comodidad del usuario

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Por Alejandro Germano, Presidente de AAERPA (Asociación Argentina de Encargados de Registros de la Propiedad del Automotor)

Desde el verano pasado, y especialmente por su mención en el DNU 70/2023, el sistema registral del automotor argentino se encuentra en discusión. Muchos de los cambios que formadores de opinión y funcionarios describen tienen que ver con cuestiones instrumentales que buscan simplificar las tramitaciones que los usuarios realizan para comprar o vender un automotor o motovehículo. En esta idea, todos los actores del sistema registral coincidimos: avanzar, dentro de lo posible, en la presentación de los trámites de forma remota, sin necesidad de la presencialidad de los usuarios en las oficinas registrales.

De todas formas, este mecanismo no puede prescindir del asesoramiento del personal calificado de los seccionales y debe salvaguardar la seguridad jurídica que brinda el profesional registrador en la comercialización de los automotores. La calificación del registrador es la base fundamental de la protección que el registro brinda a los propietarios de estos bienes. Recordemos que, desde su creación, el sistema diseñado es nacional, centralizado en su dirección y desconcentrado en su ejecución, con una cualidad distintiva: es gestionado en forma privada. Esto significa que ni los encargados ni los empleados de los seccionales integran la planta del Estado. De modo que es un servicio que paga quien lo utiliza, siendo una figura con alguna analogía a las concesiones de los servicios públicos.

El sistema registral vigente desde hace 60 años garantiza que un automotor robado en algún lugar del territorio nacional no puede entrar al circuito comercial en ninguna provincia argentina. La utilización de la prenda con registro como garantía del crédito es un reflejo de la simplicidad del sistema y una expresión de la labor fundamental de los registradores, quienes garantizan el cumplimiento de los extremos legales en un procedimiento que no lleva más de 24 horas.

Muchas de estas tareas que realiza el registro seccional son conocidas por el público usuario y, en general, analizadas desde la perspectiva de lo tedioso de los requerimientos o bien de lo costoso del trámite. En esa visión, no podemos soslayar la tarea que el registro brinda como ventanilla única interjurisdiccional. Desde mediados de la década de 1980, el Ministerio de Justicia de la Nación y la Dirección Nacional de los Registros celebraron convenios con organismos provinciales y municipales que llevaron a que parte de los trámites que circundan al automotor, pero que no son específicos de la propiedad, también se realicen en el registro.

Beneficios del modelo de ventanilla única

Este modelo permite que, cuando se tramita la transferencia de un automotor, se paguen los impuestos y tasas provinciales en la sede del registro. Las partes que interactúan en la operación comercial de ese bien tienen la certeza de que su automotor será dado de baja en la jurisdicción del vendedor y dado de alta en la provincia a la que pertenece el comprador. Toda la tarea se realiza en una sola oficina: los pagos y también la calificación profesional, todo ello el mismo día, sin necesidad de transitar por distintas oficinas, sean físicas o virtuales. En 24 horas se inscribe el bien y se regulariza toda la situación impositiva y fiscal.

En este sentido, el registro, como modelo de ventanilla única de todas las cuestiones vinculadas al automotor, favorece la comercialización de estos bienes, dando certeza y celeridad, y haciendo concreto el concepto de seguridad jurídica.