A partir de ayer, el precio de la nafta pasa a estar un 6 por ciento más costoso y no es el primer aumento del año, aún teniendo en cuenta que recién comienza el tercer mes del año. Tal como había anticipado el Ministro de Energía, Juan José Aranguren, los precios de los combustibles treparon 6 por ciento a partir del sábado. Es para compensar los efectos de la devaluación del peso y la escalada inflacionaria, según indicaron los diferentes actores del sector. El incremento de los precios crece a un ritmo acelerado, donde no sólo el transporte se pone en juego, sino servicios básicos como la energía eléctrica o el gas. Por otro lado, los costos de los peajes subieron un 400 por ciento. Hay subas que triplican el valor anterior del precio del peaje, como el de la ruta 7, a la altura del kilómetro 90, donde pasará de estar $8 a $30.
Ante estas medidas, las entidades CONADUV y UDUV se mostraron en desacuerdo y expresaron en un comunicado que “los precios de los combustibles y las tarifas de peaje no son “precios cuidados”. Todo lo contrario; son totalmente descuidados, actualizándose en forma constante, sin control y sin límite, beneficiando solo a las petroleras y al nefasto Club de Peaje, perjudicando en definitiva a los usuarios viales y a toda la sociedad en su conjunto.
Además, los organismos destacaron que “los precios exorbitantes de los combustibles y de un sistema de peaje claramente ilegal, inconstitucional, antieconómico e injusto, causan conmoción interna, provocan a la sociedad y desestabilizan al Ejecutivo Nacional y Provincial, principalmente por la falta de una política clara al respecto, y que debería ser considerada una verdadera Política de Estado, y no una simple política de gobierno”. Por último dejaron en claro que los aumentos “repercuten en forma directa en el transporte, generando más inflación y restando capacidad de compra a todos los habitantes de la Nación”.