En Grecia, hubo manifestaciones de miles de personas en protesta por el choque de trenes que dejó 57 muertos. La policía reprimió con gases lacrimógenos y granadas aturdidoras.
“Estamos llenos de rabia y no podemos aceptar que en el año 2023 se produzca semejante tragedia, con decenas de muertos, entre ellos muchos estudiantes”, dijo el líder sindical Angelos Thomopoulos. “La mayoría conocíamos a gente que ha muerto o resultado herida”, agregó la estudiante Sophia Hatzopoulou de la Universidad de Tesalónica, origen de muchos de los fallecidos.
Mientras los sindicatos ferroviarios ya van dos días de huelga, 5 mil personas se congregaron el viernes a la mañana en la sede de la empresa Hellenic Train en Atenas. También hubo marchas en Larisa, la ciudad más cercana del siniestro, y Patra, con cientas de personas.
Por este accidente, renunció el Ministro de Transporte, Kostas Karamanlis, y el jefe de la estación de Larisa fue detenido por una acusación de homicidio culposo y heridas que podría condenarlo a cadena perpetua.