Así lo señaló el presidente de la Junta de Seguridad del Transporte, Julián Obaid y sostuvo que uno de los objetivos de la entidad a su cargo es “trasladar la lógica de la seguridad aeronáutica al resto de los módulos del Transporte”, para trabajar en la prevención de incidentes y accidentes.
Obaid destacó que para lograr esto es necesario “crear conciencia” entre los usuarios y promover “un cambio cultural” que posibilite la prevención antes que los hechos consumados.
Según la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), un incidente es un suceso relacionado que afecta o que puede afectar a la seguridad de las operaciones, distinto a un accidente, que es cuando el móvil ya sufrió un daño sustancial o una falla que afecta la integridad y la estructura con heridos o víctimas fatales.
Por ejemplo, un roce entre dos colectivos es un incidente, un choque entre ambos con heridos, aunque sean leves, o víctimas, es un accidente.
Obaid afirmó que “la creación de la Junta de Seguridad del Transporte, mediante la ley 27514, que trasladó a todos los medios de transporte la dinámica operacional que tenía la Junta de Investigaciones de Accidente de Aviación Civil (JIAAC), apunta precisamente a lograr que esa mecánica de funcionamiento abarque no solo a los incidentes aeronáuticos, sino también al transporte ferroviario, al terrestre de pasajeros y de carga y al marítimo y fluvial”.
Obaid, que en su rol de asesor legislativo colaboró en la redacción del texto de la ley, sancionada en forma unánime en el Congreso, es ahora el encargado de dirigir el organismo creado por esa ley.
“La creación de la Junta fue realmente un hecho histórico, nos basamos en los países que tienen este tipo de organismo, que son apenas 14 en todo el mundo y copiamos un modelo que funciona y da buenos resultados, trabajándolo como una verdadera política de Estado, que cuenta con el apoyo de todo el arco político”, explicó el funcionario.
Aclaró que “la Junta es un órgano consejero, no regulador ni fiscalizador, no obstante, la ley nos da la potestad de intervenir en cualquier incidente que involucre algunos de los módulos del transporte, resguardar la escena del incidente e instrumentar los mecanismos de investigación”.
“Para eso hemos diseñado y estamos llevando adelante un organigrama sobre una base inicial de cinco regiones en todo el país, pero con el objetivo de llevar las delegaciones de la Junta a todos los lugares posibles, de manera tal que un investigador no esté a más de dos o tres horas del lugar del incidente para una rápida respuesta en cuanto a la preservación del escenario para el inicio de la investigación”, explicó.
Luego detalló que para ello han “replicado en las otras áreas, ferroviaria, marítima y terrestre, la misma estructura que teníamos en la JIAAC (Junta de Investigaciones de Accidentes de Aviación Civil), de manera tal de conformar un protocolo de acción común a todas ellas”.
“La tarea no ha sido sencilla porque la declaración de la pandemia nos tomó en el comienzo de nuestra gestión y nos llevó a tener que replantearnos lo que teníamos planificado para el armado de la nueva estructura”, agregó.
En cuanto a los objetivos planteados, Obaid remarcó que “la presencia federal es un punto por alcanzar, así como la capacitación de personal. Estamos trabajando con universidades para crear una carrera de seguridad del transporte, capacitando a cientos de agentes, realizando foros de trabajo y generando el espacio para conformar un plantel profesional y eficiente”.
“Pero, además, estamos trabajando para no ser solo un organismo de intervención ante un incidente concreto, sino también realizar investigación para la prevención de incidentes”, aseguró el titular de la Junta.
En este punto recalcó la necesidad de “crear conciencia entre los usuarios, para aplicar las medidas de prevención que se aplican en el sector aeronáutico, promover un cambio cultural que propicie que aquello que es normal y de uso corriente en la aviación, también lo sea en otros ámbitos”.
Al respecto, puso como ejemplo que “en un avión nadie supone iniciar el viaje si no tiene colocado el cinturón de seguridad, pero en un micro eso no ocurre, cuando la utilización del cinturón hubiese evitado muchas fatalidades en accidentes”.
“O por ejemplo las cuestiones meteorológicas. Nadie discute que un avión no despegue si hay tormenta, pero no ocurre lo mismo si un micro tiene en su ruta una situación así, cuando los riesgos son iguales o mayores”, concluyó Obaid.