Hoy se cumple el tercer día de prohibición total del tránsito en la ciudad italiana de Milán, con el fin de reducir los elevados niveles de contaminación registrados. La misma fue una de las que ha registrado durante 2015 mayores niveles de partículas en suspensión PM10, lo que obligó a su alcalde, Giuliano Pisapia, a realizar acciones concretas.
Por esa razón, desde el lunes último y hasta hoy, la capital lombarda permaneció cerrada para los vehículos privados durante una franja horaria que va desde las 10.00 (6.00 hora argentina) hasta las 16 (12 hora argentina).
No obstante, la medida parece no haber servido para reducir los niveles de contaminación atmosférica si no que, en algunos casos, han aumentado, según informan hoy los medios locales citados por la agencia EFE.
El diario "La Stampa" señala que en el barrio milanés de Pascal se ha pasado de los 57 microgramos de PM10 por metro cúbico registrados el lunes a 67 un día después.
En tanto, la ciudad de Roma optó por limitar el tránsito para reducir su contaminación en función de la matrícula de los coches: el lunes solo podrían circular los vehículos pares mientras que el martes únicamente los impares.
Esta iniciativa tampoco parece haber sido efectiva para reducir el smog en la capital, donde los niveles de contaminación sobrepasaron los límites en once de las trece estaciones de medición.
Los más críticos con la limitación o prohibición del tránsito aducen que estas medidas no son suficientes para combatir este problema, acrecentado por el uso masivo de las calefacciones en los hogares, por la sequía y por el aumento del tránsito en Navidad.
Gian Luca Galletti, ministro de Medioambiente, recibe hoy en Roma a los alcaldes de los grandes centros urbanos y a los presidentes de las regiones con la intención de coordinar medidas conjuntas para afrontar esta situación.
"Il Corriere della Sera" adelanta que el plan del Gobierno consiste en proponer a los administradores locales una reducción de la velocidad en el casco urbano de 50 a 30 kilómetros por hora y la bajada de la calefacción en los edificios públicos y centros comerciales, entre otras.
Los alcaldes y presidentes regionales solicitarán previsiblemente al ministro fondos para potenciar el uso del transporte público y el mismo rotativo asegura que el Gobierno podría destinar a tal fin hasta 5.000 millones de euros en los próximos años.