Soplan vientos de cambios en la Federación Argentina de Trabajadores de Luz y Fuerza (FATLyF), donde hace un tiempo vienen reuniéndose sindicatos de distintos lugares del país, con la agenda inmediata de renovación de autoridades en octubre próximo cuando culmine su congreso anual que se realizará en la ciudad de Mar del Plata.
Este movimiento está encabezado por el Secretario General del Sindicato de Luz y Fuerza de Mercedes, Guillermo Moser, quien fue Secretario Gremial y actual Sub-Secretario General de la FATLyF desde el 2010 y que tiene al frente de la federación al histórico dirigente Julio Ieraci. Lescano respaldó a Ieraci desde la década de 1990 al frente de la entidad.
Hoy con un estado de salud comprometido "don Julio" no cuenta con la mayoría de los gremios del interior, sumado a un sindicato capital que devaluó el heredero Rafael Mancuso. Todos ven como la grieta se abre bajo los pies de estos dos dirigentes quienes crecieron a la sombra del "negro" Lescano pero carecen hoy de la posibilidad de contener un nuevo escenario lleno de desafios.
"Los sindicatos creen que es el momento de asumir la responsabilidad de nuevos desafíos para ser protagonistas de los tiempos que se vienen", sostuvo un conocedor de la vida lucifuercista. Todos reconocieron en vida al propio Lescano. Un hombre que unía a todos, llegaba a los despachos del poder, era respetado por su pares del movimiento obrero y siempre mantenía sus teléfonos abiertos a todo periodista que buscaba dialogar con el.
A casi un año de la muerte de Lescano las criticas se multiplicaron contra Mancuso, quien optó por el ostracismo y blindar las puertas de su despacho. En los espacios de debate de los nuevos tiempos del sindicalismo hoy luz y fuerza no tiene presencia cotidiana. Por los despachos oficiales la injerencia de los trabajadores es nula en la política energética -algo impensado cuando "el negro" vivía- y por los pasillos de las redacciones de los medios no hay periodista que se queje de la imposibilidad de tener una declaración del sucesor. Otro dato claro y notorio que molestó a todo el armado lucifuercista fue el silenció por el que optó Mancuso en la crisis energética que hubo en diciembre en un país que mostraba ciudades desbordadas, con piquetes y cortes de calle ante la caída cotidiana del suministro.
En este contexto es que los gremios del transporte que siempre vieron en Luz y Fuerza un faro en definir estrategias y políticas, ahora dieron la orden a sus sindicatos del interior de seguir de cerca la nueva etapa de debate interno que encaran para lanzar una renovación. "Una agenda común entre el transporte y el sector eléctrico es algo que sumaría poder a la hora de sentarse a negociar en un movimiento obrero atomizado y con cinco centrales sindicales. Vasta ver como Julio De Vido que concentraba el poder de ambos sectores, se tuvo que bancar que CFK le parta el Ministerio y crezca así un funcionario como Florencio Randazzo, quién mostró una capacidad de gestión notable y que se ve como presidenciable dentro de las PASO del kirchnerismo", reconoció un destacado sindicalista marítimo que continua visitando los despachos oficiales.