A las 6 de la mañana, ante una presencia masiva de agentes de Gendarmería, los cuatro delegados cesanteados volvieron a ingresar a la planta de Lear ubicada en Pacheco, junto a los 500 operarios, tras diez días de inactividad por decisión de la empresa ante el conflicto gremial suscitado por los despidos.
En diálogo con el programa "No somos nadie" de radio Metro, el delegado reincorporado Ruben Matú confirmó que este martes pudieron ingresar sin problemas a la planta, pero advirtió que hasta ese momento eran retenidos en la enfermería para realizarle estudios médicos. El argumento de la empresa es que debe establecerse si en los días que estuvieron fuera de la planta contrajeron alguna enfermedad.
Sin embargo, no pudieron ingresar los 67 operarios despedidos “con causa” y que no aceptaron la indemnización propuesta por la empresa. "Somos 67 compañeros que estamos despedidos con causas injustas, los que están adentro son compañeros que responden al Smata y otros que están amenazados. Tienen encerrado a los cuatro delegados en un cuarto y no los dejan charlar con los compañeros", señaló en diálogo con radio Contiental un trabajador que espera que en los próximos días lo vuelvan a dejar ingresar.
Mañana será un día clave para la representación de los trabajadores de Lear, ya que se llevaran a cabo dos asambleas en forma simultánea: una de la comisión interna que hoy fue reincorporada, y la otra del gremio de SMATA, que días atrás expulsó a delegados opositores a la conducción.
Los delegados de la comisión interna advierten que se trata de un intento ilegal de removerlos para poner representantes afines a los intereses de la empresa. "Está repleta de irregularidades, es fraudulenta y amenazan a los compañeros con que si votan por nosotros se cierra la fábrica", denunció días atrás el delegado Rubén Matu.