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Buenos Aires

Las exportaciones marcarán un nuevo récord este año

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Los números del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) muestran que la Argentina aumentó sus exportaciones 24% en 2010, por debajo del promedio del Mercosur, que fue de 28,3%. Si la comparación se hace entre 2003 y 2009, las ventas argentinas crecieron 93% según el Banco Mundial.

Todos los pronósticos incluso los más moderados prevén que las exportaciones se aprestan a marcar un nuevo récord este año, pero, aun así, la Argentina seguirá retrasada respecto de la performance de otros países de la región. Aunque el sector se expande, empresarios y analistas señalan que el crecimiento podría ser mayor y que habría que apuntar hacia un mix donde los productos con valor agregado tengan más peso que aquellos con escasa generación de mano de obra.

Enrique Mantilla, presidente de la Cámara de Exportadores. "Hoy tenemos más preguntas que respuestas; nos hemos contagiado de la enfermedad holandesa", dice Mantilla, en referencia a lo ocurrido en los años 60 en los Países Bajos, cuando el descubrimiento de reservas extraordinarias de gas generó un fuerte ingreso de divisas y esto derivó en una pérdida de competitividad en todos los sectores económicos.

Mantilla opina que, en la Argentina, con el tipo de cambio prácticamente planchado y una inflación anual en torno al 25%, "los costos laborales en dólares aumentan mucho más que la productividad".

Juan José Llach indica, en un informe de la Universidad Austral, que "en 2010 se invirtió 2,5% menos del PBI que en 2007, cuando para sostener una tasa de crecimiento de la economía del 6% anual o más harían falta cuando menos esos puntos".
Las políticas gubernamentales afectan a la potencialidad de las exportaciones desde tres ejes: el favorecimiento constante del consumo en el mercado interno, la carga impositiva adicional que representan las retenciones, y la restricción a las importaciones, que deriva en represalias por parte de los socios comerciales.

Las exportaciones también se ven afectadas por la retracción de algunos sectores tradicionales, que históricamente explicaban gran parte del superávit comercial. El principal es el energético. Si bien ventas al exterior siguen creciendo pero lo hacen por debajo de la potencialidad que el mercado argentino podría alcanzar.