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Buenos Aires

La sociedad entrerriana preocupada por el deterioro del puerto

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Hay un boquete abierto sobre uno de los muelles, un socavón en un sector de barranco y escasa iluminación. Las fallas carecen de señalización. En el tramo nuevo ha sido vaciada parte de la malla de contención con piedras.


El boquete de grandes dimensiones transforma a la costanera paranaense en una zona peligrosa. Abundaban los caminantes en el Paseo del Puerto Nuevo y en la nueva Costanera de Paraná, el sábado por la noche. El paisaje y la calidez del ambiente devenido tras el atardecer, invitaban a seguir andando por la costa del río.
 
 
“Apenas iniciada la caminata, por el extremo este, a metros de la Sala Mayo, había un socavón en un tramo del barranco con parte del piso de cemento caído y un tramo de la baranda de protección en el aire”, afirmaron los asistentes habituales.
 
 
“El desmoronamiento  está desde hace meses, sin que haya habido intentos de arreglo. Tampoco se observó un vallado que advierta sobre el hundimiento: sólo había vestigios de cintas plásticas roja y blanca, usada habitualmente por la Comuna. Había pasto crecido en el borde del piso aún en pie y la abertura en la barranca llevaba al fondo, hasta el agua”, informaron fuentes al Diario Entre Ríos.
 

"Imaginen si cae uno de los tantos chicos que corren por acá", dijo Mirtha, una vecina que corre todas las tardes por la zona.
 
 
El temor de la señora se reforzó más adelante, a unos pocos metros de ahí: una porción del suelo del primer muelle había desaparecido en un agujero, que dejaba al descubierto el fondo compuesto por un revoltijo de trozos de cemento y la orilla misma del río.
 
 
"Se tratan de entre 3 y 4 metros de profundidad", estimó un pescador que se acercó con su preocupación hasta los cronistas de esta Hoja.
 
 
En realidad, la abertura en la estructura del espigón parecía ser más grande de lo que estaba a la vista, pues un "chapón" colocado arriba del socavón estaría menguando un desprendimiento de dimensiones en la construcción de hormigón que alcanzaba buena parte de la superficie del muelle.
 
 
El sitio tampoco tenía señalización y por las noches, permanecía en penumbras. A media luz y sin barandas. Unas dos cuadras, entre la parte de galpones del Parque Nuevo y la nueva costanera, el sistema de alumbrado iluminaba poco. Había columnas que permanecían apagadas pese a que el lugar cuenta con una aparente instalación doble.
 
 
"Es un peligro, falta luz y hay estos boquetes abiertos sin ningún tipo de señal", opinó Carlos, otro de los vecinos que frecuenta la Costanera.
 
 
“El área del Puerto Nuevo no depende de la comuna sino de la Provincia, el Municipio se hace cargo de la limpieza y del sistema de alumbrado, no así de la reparación de la infraestructura, como socavones y reposición de barandas”, dijo Luis Senger, coordinador de la Unidad Municipal 1, cn jurisdicción en esa zona.
 
 
“El mantenimiento en condiciones de los lugares públicos es competencia municipal”, dijo por el contrario, el ministro de Planeamiento, Infraestructura y Servicios de la Provincia, Guillermo Federik.
 
 
Y reafirmó: "La responsabilidad de la vía pública es municipal; la tenencia del inmueble, correspondiente al puerto, está efectivamente en manos del Instituto Portuario Provincial, pero explicó que el alcance de esa posesión abarca asuntos relacionados a las explotaciones del sitio. La trama urbana es una competencia municipal, insistió.
 

 “Ante la situación, se intervendrá desde el Instituto. Mallas cortadas y sin piedras Los gruesos bordes compuestos por cuadrados formados por mallas de alambres y piedras en la parte del muelle en la costanera nueva aparecen vaciados. Se trata de parte de la estructura de contención de la obra, habilitada al final de 2004”,anunció Federik.
 

"Hay gente que evidentemente se lleva el material", dijeron pescadores que eligen ese espigón para tirar las líneas.
 

Además, de estar despobladas esas estructuras formadas con alambre, en los laterales avanza la maleza, dando una imagen de abandono en ese sitio al que se llega tras desandar una escalera espaciosa. Alimentando esa imagen, aparecen totalmente fuera de servicios una media docena de luces colocadas a lo largo del recorrido de la escalera.


“EL DATO 35 Esa es la cantidad de tramos de baranda que faltan en el Paseo del Puerto Nuevo”, contabilizaron los informantes del diario Entre Rios.


“Las luces se repusieron, pero luego ante los reiterados daños, se resolvió dejarlas fuera de servicio. También atribuyó al vandalismo crudo la rotura de las mallas y a la pérdida del material (piedras)”, dijo Luis Senger, el coordinador de la Unidad Municipal.

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