Las detenciones se realizaron el viernes pasado luego de efectuarse siete allanamientos en domicilios del oeste del conurbano bonaerense por instrucción del Juzgado Federal número 1 de Morón, a cargo de Juan Pablo Salas. Además, se secuestraron gran cantidad de precursores químicos y otras sustancias para aumentar el volumen de la droga.
El estupefaciente incautado se encontraba en diferentes etapas de elaboración: cápsulas listas para ingerir, polvo para comercializar, tizas para transportar y los precursores. Además, el organismo dependiente del Ministerio de Seguridad incautó balanzas de precisión, prensas para compactar la droga y desmanteló la instalación donde se procesaba el clorhidrato de cocaína.
La investigación comenzó en julio del año pasado con la detención de un ciudadano boliviano en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza, quien intentaba viajar a España transportando cocaína en forma de cápsulas dentro de su aparato digestivo. A raíz de esta detención se detuvo a otras dos ciudadanas bolivianas también ingestadas con el estupefaciente.
Allí se estableció una línea de investigación que daba cuenta de la existencia de una organización dedicada a ingresar cocaína al país, para luego enviarla a Europa utilizando personas como "mulas". La pesquisa condujo a identificar una organización paralela dedicada a la producción, fraccionamiento y comercialización de esa sustancia dentro del país.
Luego de varios meses de escuchas telefónicas realizadas por instrucción de la Justicia y seguimientos, finalmente se allanaron siete domicilios en las localidades bonaerenses de Laferrere (donde se encontraba la instalación artesanal para procesamiento de la cocaína), Villa Celina y Villa Madero, todos en el partido de La Matanza.
En esos domicilios se encontraron además teléfonos celulares, hornos eléctricos, dinero (pesos y dólares), armas, municiones, y documentación de interés.
