Alrededor de 150 policías federales pasaron a reforzar la seguridad de la terminal de larga distancia de Retiro en reemplazo de Gendarmería Nacional, que pasó a custodiar otras áreas de la Ciudad y el Conurbano. En ese sentido, en junio pasado se creó la División Terminal de Ómnibus de la Ciudad de Buenos Aires de la fuerza, que depende de la Superintendencia Federal de Transporte y estará a cargo de la vigilancia de las terminales de Retiro y Liniers.
Fuentes policiales indicaron que, el mes pasado unos 90 efectivos pasaron a custodiar la de Retiro y este viernes se sumaron 60 más, 59 del escalafón Seguridad y uno de Comunicaciones (un sargento, dos cabos 1º, ocho cabos – uno de Comunicaciones- y 49 agentes). Los uniformados provienen de distintas áreas como el de Protección Federal Motorizada, Guardia de Infantería y el Grupo de Operaciones Motorizadas Federales (GOMF).
Además revelaron que en las próximas semanas se sumarán más policías a la división Terminal de Ómnibus y ya se distribuirán también en el edificio de micros de larga distancia de Liniers. Durante el último gobierno se había dispuesto que Policía Federal se retirara de esa terminal de micros y en su lugar arribara Gendarmería. Sin embargo, en esta nueva gestión, la idea es que la fuerza que encabeza el comisario general Néstor Roncaglia se haga cargo de esa zona, mientras que los gendarmes refuercen la seguridad en las calles de la Ciudad y el Conurbano con operativos saturación, los cuales también cuentan con Prefectura Naval y Policía de Seguridad Aeroportuaria.
La idea de que la Federal retome ese control es para complementarse con la Policía de Prevención Barrial, de la misma fuerza, que se encuentra, entre otros lugares, en la Villa 31 de ese barrio. En tanto, en el resto de Retiro, la vigilancia está a cargo de la Policía Federal traspasada a la Ciudad, con sus comisarías, sobre todo la 46a. que tiene jurisdicción en esa zona, y en menor medida la 15a.