El secretario general del sindicato, Paddy Crumlin, es también presidente de la Federación Internacional de los Trabajadores del Transporte (ITF), que la semana pasada aprobó una resolución donde se exigió a las autoridades africanas “el respeto al derecho internacional”.
La federación, que representa a casi 5 millones de trabajadores de más de 154 países, exigió en una reunión de la que participó Castro como miembro del Consejo Ejecutivo “el respeto a la inmunidad del buque, liberándolo de forma inmediata”. Ahora, la Unión Marítima de Australia emitió su propio comunicado donde considera “que el estado de derecho debe ser respetado” y solicitó la liberación del navío, retenido en el puerto de Tema desde el 2 de octubre pasado.
“Condenamos la orden judicial impuesta sobre la fragata argentina Libertad como una violación de la legislación marítima internacional”, manifestó ayer el gremio. Señaló que la decisión de embargar al buque está impulsada por el fondo buitre NML Capital, respaldado por Paul Singer, “un multimillonario estadounidense que logró su enorme fortuna explotando a países y trabajadores alrededor del mundo”.
“Motivado por la codicia, y no por el respeto a la ley, Singer incluso rechazó ingresar en dos programas de canje que han tenido éxito en reestructurar un 95% de la deuda argentina en default”, recordó. La organización australiana expresó que “la retención del buque escuela, donde jóvenes argentinos aspiran a una carrera en el mar, refleja la falta de consideración que Singer y su compañía tienen sobre la vida de las personas”.
En la reunión de la ITF hubo voces de solidaridad con Argentina de representantes sindicales de toda Europa, Kenia, Senegal, Sudáfrica, Ghana, Túnez, Japón, Indonesia, Singapur, México, Brasil, Reino Unido y Estados Unidos. La embajadora Castro está trabajando con la ITF para organizar una campaña a nivel mundial en solidaridad con Argentina y sumando apoyos a favor de la liberación de la Fragata Libertad.
