Al secretario Gremial de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA), Claudio Marín, no le quedó otra opción que respaldar al personal de subterráneos en su reclamo de empleos para ofrecer el servicio a los usuarios de la tarjeta SUBE, y aclaró que los trabajadores no adoptarán medidas de fuerza gremiales en relación con este conflicto.
Como un clásico de los grupos de izquierda, Marín cargó contra la empresa Metrovías "por incumplir" el compromiso asumido con la Asociación de Trabajadores del Subte en relación con "la cobertura de los empleos requeridos para ofrecer un servicio adecuado a los usuarios de la tarjeta SUBE", hecho que fue negado por la empresa y fuentes del ministerio de trabajo.
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Marín mostró una mesura pocas veces vista y explicó que es "imprescindible" garantizar "un servicio adecuado y reservar las protestas para cuando no sea posible dialogar".
"La CTA apoya la iniciativa de promover una mesa de diálogo, en la que debe participar el Ministerio de Trabajo, la empresa, la Secretaría de Transporte de Juan Pablo Schiavi y la Asociación Gremial del Subte a partir del día 22 de este mes, aunque sin medidas de acción directa que afecten el servicio", concluyó Marín.
A los Metrodelegados ahora le importan los usuarios
La conducción del gremio de subterráneos y el Premetro (AGTSyP) informó que desde hace meses está en marcha una mesa de diálogo para hallar "una salida a los diversos problemas ocasionados por el sistema de recarga".
"No es intención de la Asociación causar ningún tipo de inconvenientes al público usuario, sino hallar mejoras en el sistema de recarga, que incluya una reubicación del teclado, la entrega de ticket-comprobantes al pasajero y mayor cantidad de personal para reducir demoras en el proceso de compra", señaló el gremio.