La ANSV armó el circuito al final del Continente Imaginación, está formada por cuatro manzanas que la transforman en una verdadera mini ciudad. “Cuando diseñamos la pista estuvimos todo el tiempo enfocados en que los chicos se sientan en una metrópolis real, por eso incluimos rotondas, dársenas y señalizaciones de todo tipo”, explica Analía Berlaso, la arquitecta que proyectó la atracción.
La pista ocupa 2500 metros en donde pueden encontrarse una casa, una escuela, una plaza con juegos y sendas peatonales, todas partes de esta ciudad de la que forman parte los pilotos y los peatones. El objetivo es que los chicos se diviertan y aprendan en un ámbito parecido al real.
Felipe Rodríguez Laguens, director ejecutivo de la ANSV, aseguró que ser parte de la muestra es un orgullo: “Es el lugar ideal para crear conciencia en los ciudadanos sobre la importancia de respetar las normas de tránsito”.
La educación como prevención vial
El recorrido fue pensado para niños de entre 4 y 13 años quienes tendrán la oportunidad de usar kartings a pedal y aprender todo lo vinculado a un manejo responsable: “La educación es el factor de cambio más importante. Son los más pequeños los que van a cambiar la cultura vial de los argentinos”, afirmó el titular de la ANSV.
Para dar contenidos teóricos y demostraciones prácticas hay un pabellón con simuladores, donde se muestran los peligros potenciales del uso del celular mientras se maneja y la importancia de usar cinturón de seguridad. Además la Agencia entrega material didáctico.
Todas las actividades están orientadas a la prevención, la educación y la concientización, tres pilares básicos para fomentar, sobre todo en los chicos, la idea de ser responsables al volante.