En la larga historia sobre la pertenencia argentina de las Islas Malvinas, el 6 de noviembre de 1820 marca un hito en ese recorrido, cuando la fragata “Heroína” al mando del capitán estadounidense David Jewett, ex comandante de la flotilla artiguista, entró a Puerto Soledad para tomar posesión del archipiélago en nombre del gobierno de Buenos Aires. Una disposición de las autoridades nombraba como "comisionado por el Supremo Gobierno de las Provincias Unidas para tomar posesión de las islas en nombre del país al que éstas pertenecen por ley natural" a Jewett, quién llegó el 6 de noviembre de ese año e izó por primera vez la bandera de Belgrano en territorio malvinense.
En ese momento el enviado de Buenos Aires, que estaba al servicio de los criollos desde 1815, notificó a los barcos extranjeros que se encontraban en la región abasteciéndose de lobos marinos, ballenas y ovejas, sobre el traspaso del dominio del archipiélago de las autoridades españolas a las Provincias Unidas del Río de la Plata. “Es uno de los actos más importantes de reafirmación de la soberanía argentina”, precisó hoy a Télam Federico Lorenz, director del Museo Malvinas e Islas del Atlántico Sur e investigador del Conicet, tras precisar que ese hecho “manifiesta la continuidad de los derechos sobre la Argentina”. En este marco, señaló que “Jewett va a reafirmar la soberanía.
Es una disposición para mantener la continuidad del control político sobre las islas”, ya que a partir de 1810 los territorios de la colonia española pasan a la órbita de las Provincias Unidas luego de la lucha independentista que expulsó a los realistas y conformó un gobierno criollo. “Lo que sucede es que los españoles que estaban en las Islas Malvinas son llamados para luchar contra los revolucionarios del Río de la Plata, pero eso no quiere decir que abandonan la soberanía", destacó Lorenz, quién consideró que "por el mismo derecho internacional las islas pasan a depender de las nuevas autoridades”.
Las islas habían sido avistadas y ocupadas en 1520 por integrantes de la expedición de Hernando de Magallanes, y desde ese momento quedaron bajo dominio de las autoridades coloniales españolas. En tanto, a mediados del siglo XVIII ese territorio insular comenzó a interesar tanto a Gran Bretaña como a Francia, que buscaban tener un establecimiento ubicado frente al estrecho de Magallanes, en medio de las incursiones por la región y las guerras europeas. En este marco, aquel hecho de reafirmación de la soberanía sobre las islas cobra una importancia y significación que se proyecta y valida a lo largo de casi dos siglos.