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Habría un nuevo conflicto portuario

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La alerta amarilla se disparó ayer, cuando desde algunas entidades rurales hubo llamados a ciertos funcionarios para que tomen nota del conflicto latente entre la Unión de Recibidores de Granos (Urgara), que lidera el bahiense Alfredo Palacio, y la Cámara de Puertos Privados.

Las diferencias entre la Urgara y la Cámara que preside Murchinson no debió sorprender a los funcionarios del ministerio de Trabajo, ya que estas comenzaron en 2009, cuando el gremio presentó un borrador del proyecto de convenio colectivo de trabajo, con más de 30 artículos a modificar.

Sin embargo, luego de dos años de negociaciones, los empresarios sólo aceptan modificar 4 artículos relacionados con la antigüedad, la llamada fuera de horario, el régimen de licencias y la incorporación de una subcategoría.

Las trabas radican, fundamentalmente, en diferencias en el tema salarial, el régimen de categorías, y la incorporación de adicionales. De prosperar esta situación, los puertos privados de Bahía Blanca, Necochea y Quequén, entre otros, podrían trabar las exportaciones de trigo, ya que los peritos tienen posibilidad de negarse a firmar los embarques.

Convenios

"Hace dos años que venimos planteando modificar condiciones de convenio vigentes desde 1993, cuando se privatizaron los puertos: turnos rotativos, tareas diferenciadas, etc, pero la oposición siempre es de los más grandes: Bunge, Cargill, Dreyfus", dijo anoche Pablo Palacio, secretario gremial de Interior.

Agregó, que los plazos se están acortando, porque "la gente nos pide soluciones. Nosotros también sabemos de la necesidad de exportar que tienen zonas trigueras como la nuestra (Bahía Blanca y Necochea)", admitió ayer Palacio a la Capital de Rosario.

Oposición

A esta altura, la medida oficial de "favorecer" con la prioridad en la exportación a los productores de menos de 500 toneladas y a algunas cooperativas (ACA), además de los acopiadores, parece no haber dejado satisfecho a nadie.

Entre los pequeños productores se asegura que la medida "no les mueve la aguja", porque el trigo que podrían permitirles vender hace rato que lo tiene la industria; mientras tanto, ayer nuevamente se conocieron declaraciones contrarias a la decisión oficial de numerosas Bolsas de Cereales.

"Solicitamos que se revea la decisión, equiparando a todos los participantes del mercado, sin ningún tipo de discriminación. Este sistema genera situaciones de injusticia y discriminación contra la mayoría de los sectores productivos", sostiene el comunicado que lleva las firmas de las Bolsas de Cereales de Bahía Blanca, Buenos Aires, Córdoba, Entre Ríos; y de las Bolsas de Comercio de Rosario y de Santa Fe.

Desde el gobierno, el argumento es que no se puede liberalizar lo que no se sabe que existe. De allí que Domínguez les haya recordado esta semana a los productores que no se olviden de pasar por la AFIP para declarar las existencias de trigo, ya que el plazo vence el 30 del corriente.

Para quienes suelen tener un registro más fino de la situación, la solución del conflicto portuario no está cercana, porque hay otros ingredientes: el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, mantendría una mala relación con Urgara, producto del alineamiento del gremio con las 62 Organizaciones que lidera "Momo" Venegas, quien apoya abiertamente la candidatura de Eduardo Duhalde y siempre estuvo en desacuerdo con la política que mantuvo el gobierno hacia el campo.

Anoche, Pablo Palacio, desmintió que exista mala relación con el titular de Trabajo, aunque repitió que "tenemos un conflicto en puerta por la intransigencia de la Cámara de Puertos Privados a modificar un convenio que lleva 16 años".