La organización ecologista internacional jubiló a su buque después de 22 años de servicio. Y, aunque por el momento, Greenpeace desconoce cuál será el destino del Rainbow Warrior II, se estima que recibirá un nuevo nombre y que tendrá otra ocupación, explica la organización en su web.
Su relevo, trata de un nuevo Guerrero del Arco Iris (el número tres) que cuenta con avanzadas tecnologías de navegación y es construido en los astilleros alemanes Fassmer.
El nuevo buque, que se desplazará fundamentalmente gracias a la fuerza del viento, tendrá 58 metros de eslora con dos mástiles dobles con forma de A, que parten de ambos lados de la cubierta y se unen en su vértice para permitir desplegar hasta 1.300 metros cuadrados de velamen.
El presupuesto del nuevo barco es de 23 millones de euros (unos 32 millones de dólares), aproximandamente.