Esta cantidad supone un tercio del coste del proyecto, que asciende a un total de 94 millones de euros y cuya construcción podría tardar unos tres años.
El Estado griego espera que el circuito pueda albergar Fórmula 1, carreras de motocicletas y karts con el fin de aumentar los ingresos turísticos y de creación de puestos de trabajo en un país sumido en la recesión y con graves problemas financieros.