El empresario Franco Macri se mostró molesto con que Florencio Randazzo, ministro del Interior y Transporte, haya optado por la empresa china CSR Qingdao Sifang para la compra de 409 coches nuevos a la empresa en lugar de elegir Cemec (China Machinary and Equipment Corporation).
Macri aseguró a La Nación que aún se negocia “seriamente” con el gobierno nacional. “A los chinos no les interesa ganar plata. O sea, le puede interesar a una fabriquita como la que cotizó (los trenes que compró Randazzo) que si no agarra el trabajo cierra, pero no a Cemec”, ironizó.
Quien fuera uno de los empresarios más exitosos de las últimas décadas dejó en claro su apoyo al "modelo industrialista" del gobierno nacional, y resaltó el papel que debe cumplir China en el desarrollo del país, publicó La Política Online.
"Hay una evolución positiva de la economía y del proyecto de la señora presidenta. Yo soy un industrialista porque sin industria no hay empleo", dijo Macri, y aseguró que la industria "es una de las prioridades de la Presidente”.
"Si no es la industria, ¿quién va a dar trabajo? ¿El tractorcito del campo?", se preguntó.
Con respecto a la relación que mantiene con el Gobierno, confirmó que el ministro de Planificación, Julio de Vido, le pidió hace un tiempo que le ayudara a armar tres reuniones en China.
Por último, aseguró que dejó todas las empresas en manos de sus hijos, y que ahora sólo trabaja para fomentar la inversión china en el país. Aunque al ser consultado sobre si los chinos invertirían en la ciudad de Buenos Aires, fue contundente: "Es difícil".
