La ceremonia reunió al CEO de FIat, Sergio Marchionne, el primer ministro de la República Servia, Mirko Cvetkovic, y cerca de 150 invitados entre políticos y empresarios locales. Las nuevas instalaciones fueron construidas a lo largo de los tres últimos años y representan una inversión de un billón de euros.
Además se generarán 2.400 empleos directos y otros mil relacionados con proveedores que se instalarán en el entorno de la fábrica, que tendrá una capacidad de producción de 200.000 vehículos al año y producirá el 500L para su comercialización en el mercado europeo y resto del mundo, según datos oficiales.