Según un fallo de la la Cámara de Apelaciones porteña, los conductores de los vehículos “no usan indebidamente el espacio público”, por lo que decidió revocar las condenas contra Uber por el supuesto “uso lucrativo del espacio público sin autorización”. La empresa, por su parte, comunicó que “la actividad de Uber no representa una violación al Código Contravencional de la Ciudad de Buenos Aires”.
Si bien la resolución significa que la actividad “no es ilegal”, desde el Gobierno porteño explicaron que el fallo indica que no se está infringiendo el artículo que pena el uso indebido del espacio público, pero sí advierte que la actividad está regulada bajo dos modalidades: taxi o remís. Por lo tanto, de no realizarse bajo esas figuras, la actividad es ilegal.
La sentencia es del 7 de mayo y fue expedida por la Sala III de la Cámara de Apelaciones en lo Penal, Contravencional y de Faltas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que declaró que la actividad de Uber no constituye una contravención.
De acuerdo a al fallo, Uber “no usa indebidamente el espacio público (…) realizando una actividad lucrativa no autorizada, quien circula conduciendo un vehículo por las calles y avenidas libradas al tránsito automotor, con o sin acompañantes, sean estos conocidos del conductor o pasajeros que con él contrataron un transporte”.
El fallo confirmó también la absolución por la supuesta “violación de clausura” de la que se acusaba a la empresa luego de que se ordenara el bloqueo del sitio web. Sin embargo, la empresa afirmó que “con este fallo pierde sustento legal la orden de bloqueo de las tarjetas de crédito”.
Uber viene arrastrando denuncias desde el 13 de abril del 2016, un día después de que la plataforma iniciara sus operaciones en Buenos Aires. El conflicto empezó tras una denuncia del Sindicato de Peones de Taxi de la Capital y tras la cual la Justicia en lo Contencioso Administrativo dictó una cautelar para que el Gobierno impidiera su actividad.
Fue también a principios de este mes que una decisión del Juzgado N° 15 en lo Contencioso Administrativo amplió esa cautelar y le exigió al Gobierno porteño que entregara informes sobre la ejecución de esa medida y sobre el funcionamiento de todas las empresas vinculadas a Uber, a las que alude como firmas “en materia de transporte de pasajeros”.
La respuesta de Uber
En declaraciones a Radio La Red, Juan Labaqui, gerente de comunicación de UBER celebró: “La decisión de la Justicia es muy positiva; confirma algo que nosotros venimos sosteniendo desde el principio y cierra el argumento que se usó hasta ahora para decir que la empresa era ilegal, porque ya se había dicho que no hay delito y ahora se dice que no hay contravención”
Al mismo tiempo, Labauqui sostuvo: “Nosotros siempre hemos dicho que estamos abiertos y que queremos una regulación. Pero nosotros no estamos dentro de la regulación del taxi ni dentro de la regulación del remise. Tampoco somos un servicio público de transporte de pasajeros“, y destacó la regulación de Mendoza “Es una regulación moderna, se reconoce a UBER como una empresa de redes de transporte y se habla de toda la industria como algo distinto”
Los sindicatos del transporte mantienen sus críticas
No obstante, UBER se mantiene en el centro de la polémica regional y mundial. En este sentido, la Federación Internacional del Transporte (ITF), está realizando en sus redes sociales, una campaña contra la precarización e ilegalidad de la compañía.
“We believe the @Uber business model is a fraud. We believe their model does not provide proper salaries, proper recognition, and proper respect for their workers ” said ITF general secretary Stephen Cotton#UberStrike #uberlyftstrike #GigWorkersRise pic.twitter.com/2uKlbG5dxw
— International Transport Workers’ Federation (ITF) (@ITFglobalunion) 10 de mayo de 2019
En este orden, la política de UBER sigue generando controversia y los sindicatos del transporte se mantienen adversos y en alerta contra la empresa, por la falta de protección laboral hacia sus trabajadores la ausencia de convenios colectivos de trabajo y de salarios acordes a su rol no reconocido como conductores formales, con la responsabilidad que dicha tarea conlleva.
