Asimismo, estimó que en los últimos siete años cerraron unas 3.500 estaciones de servicio por la falta de rentabilidad.
"El gobierno festeja entusiastamente el récord de consumo de energía, altamente subsidiado, pero la producción peligrosamente no acompaña el crecimiento. Si a esto le sumamos que las reservas energéticas vienen disminuyendo sin parar desde los últimos años, evidentemente, no hay nada que festejar", juzgó García a la agencia DyN.
Demanda
El dirigente afirmó, en un comunicado, que los expendedores de combustibles y el público sufre "la escasez de productos para atender la creciente demanda".
Al respecto, alertó que el sector "ve afectado seriamente la rentabilidad de los negocios", y enfatizó que "los reclamos y los pedidos de auxilio que nunca fueron escuchados" por el gobierno.
En este sentido, indicó que desde principios de 2004 a la fecha cerraron 3.500 estaciones de servicio, lo que equivale al 50 por ciento del parque existente en aquel entonces.
García lamentó que las estaciones de servicios "siguen cerrando sin que los principales actores de mercado, compañías petroleras y gobierno, se interesen en la suerte de los estacioneros y los trabajadores, y por ende, de los consumidores que tienen que sufrir la quiebra de stock como consecuencia de los abusos de posición dominante que caracterizan a la concentración oligopólica consentida por las autoridades que actúa en el país".
"Bastaron solamente 8 años para perder el autoabastecimiento de petróleo y gas y sus derivados, por falta de previsión e inversión, recurriendo el gobierno por toda solución a la importación de energía cara lo que seguramente en el corto plazo generará un doloroso sinceramiento en la economía local", auguró.