Para ello, ya terminó de adjudicar a privados la construcción de pasajes vehiculares y peatonales. No solo habrá en la Interbalnearia, sino también en la ruta 1. Estas son las dos principales arterias que comunican los destinos turísticos más visitados del país y que, a la vez, atraviesan centros densamente poblados. Esa combinación genera al mismo tiempo la necesidad de tener vías de acceso ágiles para el tránsito y seguridad para que los vecinos puedan cruzar.
La obra más importante a realizar será la construcción de un trébol a la altura de La Floresta. La idea es instalar el mismo sistema que funciona en Atlántida, que permite salir y entrar al balneario sin ningún corte en el tránsito y sin peligro para conductores y peatones, explicaron a El Observador fuentes del ministerio.
Hasta el 15 de diciembre continuarán las obras. En ese momento se interrumpirán para no afectar el tráfico durante la temporada estival. Luego del verano se retomarán las tareas y el objetivo es tener terminada la obra para mediados del 2013. "El concepto es dar soluciones modernas, seguras y prácticas a los cruces, que atiendan los reclamos de los vecinos y no hagan más lenta la Interbalnearia y la ruta 1, que se supone son rápidas y muy transitadas", explicó a El Observador una fuente del MTOP.
Además del trébol en La Floresta, habrá otros pasajes elevados para automóviles en la ruta 1. Uno será a la altura de Rosario (Colonia), otro en el cruce de la ruta y Camino Tomkinson y otro igual a pocos metros de allí, en la ruta 1 y Camino Cibils.Además, está prevista la construcción de otro cruce aéreo vehicular en un tramo de la ruta Interbalnearia a determinar.
Los cruces peatonales
La tercera parte del plan son los cruces peatonales. El 12 de octubre el ministerio adjudicó las tareas a una constructora que tiene nueve meses para terminar las obras. En esa fecha, además, se replanteó el plan para que tenga acceso universal.
Los cruces peatonales estarán ubicados en Atlántida, Jaureguiberry, Paso Escobar (en el arranque de la Interbalnearia a metros del aeropuerto de Carrasco), en la intersección de Giannattasio y la Interbalnearia, y a la altura de la Capuera (kilómetro 109 de la ruta, en Maldonado).
Con estas obras, el gobierno pretende no solo apaciguar las protestas de los turistas por los congestionamientos, sino también las de los propios vecinos. El domingo pasado dos grupos de vecinos amenazaron con cortar la ruta durante el retorno masivo de turistas en el fin de semana largo, en reclamo de mejoras en la seguridad para los peatones.
