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En el 2012 se reducirán las exportaciones y el consumo

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A su vez, se prevé una leve desaceleración en la tasa de variación interanual de la inflación para el primer semestre de 2012, que se ubicaría en un promedio de 23 por ciento. "Esa ralentización se asociaría a la continua desaceleración que comenzó a observarse en el nivel general de actividad", señaló el informe privado.

 

No obstante, el estudio advirtió que esa presión a la baja de la inflación "sería contrarrestada por los ajustes en las tarifas de la electricidad, del gas natural y del agua que se originarán a partir de la inminente quita de los subsidios para algunos sectores de la Ciudad y el Gran Buenos Aires".

 

Asimismo, Finsoport estimó que en 2012 el superávit comercial se reducirá hasta 7 mil millones de dólares debido a que las exportaciones verificarían un crecimiento tenue.

 

En este sentido, la consultora adjudicó el menor dinamismo en la evolución de las ventas externas a la caída en los precios internacionales de los commodities agrícolas, y a la ralentización en la actividad de los principales socios comerciales de Argentina.

 

Sobre la desaceleración en el ritmo de actividad económica, el informe explicó que se origina en dos factores.Por un lado, está el impacto de la segunda fase de la crisis internacional que ya ha comenzado a afectar a naciones emergentes como China y Brasil.

 

Por el otro, causas domésticas, entre ellas el continuo deterioro de los superávit gemelos (fiscal y comercial), el agotamiento de la capacidad instalada en un contexto de insuficiente inversión, la restricción de oferta energética y la pérdida de poder adquisitivo de parte de la población. En este contexto, también proyectó una menor expansión del sector industrial, que crecería en 2012, en promedio, alrededor del 3 por ciento.
 

En materia de desempleo

 

Finsoport destacó que "la tasa de desocupación ha permanecido relativamente estancada en torno de 7 por ciento desde finales de 2007, dinámica asociada a una sensible reducción en la elasticidad empleo – producto".

 

Al respecto, planteó que esa situación es consecuencia de "un prolongado proceso inflacionario que encareció el costo de la mano de obra por encima de la productividad; una situación de incertidumbre que aleja a la inversión y mantiene una capacidad productiva; y enormes carencias de los recursos humanos en condición de desempleo.

 

Para 2012, se espera, además, que continúe la tendencia a la desaceleración en el consumo privado, que alcanzaría un crecimiento menor a 4 por ciento, por la desaceleración económica prevista.

 

Según el análisis, el nivel de consumo menguará por "las dificultades que presentarían los trabajadores para obtener aumentos salariales sustantivos en las negociaciones paritarias, a raíz de los crecientes conflictos entre el gobierno y numerosos líderes sindicales y de la intención de limitar las subas en aras de atenuar las presiones inflacionarias, y una tasa de inflación que se mantendría elevada".