Tras el acuerdo alcanzado el miércoles con el gobierno nacional, que cedió a la provincia el control durante 30 años de la ruta nacional Nº 36 en el tramo Córdoba-Río Cuarto, la administración que encabeza el gobernador José Manuel de la Sota analiza alternativas que van desde el control estatal de la obra hasta un emprendimiento mixto o la constitución de un fideicomiso.
“La primera es que consiguiéramos que un `pool` de empresas viniera con financiación. Los estudios que hicimos es que, con un peaje no muy caro -serían tres tramos de unos 10 pesos cada uno-, la obra se amortizaría en un 65 por ciento y el otro 35 por ciento lo pondría la Provincia con fondos propios, lo que es muy posible”, adelantó días atrás De la Sota al dar cuenta del interés de su gobierno por llevar adelante la obra.
La segunda variante contempla la construcción "con recursos propios, licitando tramos de 10 a 15 kilómetros y cuidando cada centavo para que el kilómetro salga lo más barato posible", dijo el gobernador, quien agregó que la obra, con este mecanismo, podría realizarse "en 30 meses”.
La tercera variante, según fuentes oficiales, es que se conforme un fondo fiduciario que permite construir "no sólo la autovía a Río Cuarto, sino también a San Francisco” (ciudad ubicada a 206 kilómetros al este de la capital cordobesa).En diciembre del año pasado, luego de asumir, De la Sota había anunciado que la construcción de la autovía Córdoba-Río Cuarto sería "uno de los principales proyectos de la gestión", porque se trata de la ruta que "une dos ciudades capitales con alto tránsito".
La importancia de Río Cuarto
A raíz de su tamaño, importancia económica y población, de cerca de 160.000 habitantes, Río Cuarto es la segunda ciudad en importancia de Córdoba y, además, por ley provincial, es capital alternativa. Tal es la importancia que De la Sota da a Río Cuarto, donde él mismo reside, que, en diciembre del año pasado, el mandatario recibió sus atributos de gobernador en un acto que se celebró en dicha ciudad.