Un informe del Centro de Estudios Metropolitanos (CEM) reveló que en marzo de 2025 el subte de la Ciudad de Buenos Aires trasladó solo el 54% de los pasajeros que utilizaban este medio en marzo de 2019. El dato refleja una caída sostenida y preocupante en el uso del transporte subterráneo porteño, que sigue perdiendo usuarios año tras año.
Según el informe, en marzo de este año las seis líneas de subte y el Premetro movilizaron 14,3 millones de pasajeros, frente a los 18,2 millones de 2024, los 20,6 millones de 2023 y los casi 27 millones de 2019. “Hoy el subte transporta a poco más de la mitad de gente que llevaba antes de la pandemia. Y no está recuperando pasajeros: los sigue perdiendo día a día”, advirtieron desde el CEM.
Uno de los principales factores que explican esta merma es el fuerte incremento en el precio del pasaje. Desde mayo de 2024, el boleto de subte cuesta el doble que el pasaje mínimo de colectivo. “Esta decisión del Gobierno de la Ciudad constituye un desincentivo explícito al uso del subte, que va a contramano de su potencial como transporte de alta capacidad y de las políticas tarifarias aplicadas en las grandes ciudades del mundo”, señala el informe.
El deterioro del servicio es otro factor clave. Las líneas B y D, históricamente las más utilizadas, son hoy las más perjudicadas por la falta de frecuencias, la escasez de formaciones y los reiterados cierres por obras. Estaciones estratégicas como Lima (Línea A), Pueyrredón (B) y Palermo (D) estuvieron cerradas durante meses, afectando directamente la conectividad.
En el caso de la línea D, el informe advierte que no ha recuperado los niveles de servicio previos a la pandemia, ni en cantidad de trenes ni en frecuencia ni en tiempo de viaje. La línea B también presenta un desempeño muy por debajo del promedio, pese a recientes anuncios de inversión.
Desde el Centro de Estudios Metropolitanos advierten que más allá de las obras en curso o proyectos como la futura Línea F, el desafío más inmediato para frenar la caída de pasajeros es revisar el esquema tarifario actual. “Hoy los usuarios están incentivados a optar por otros medios de transporte. La brecha de precios entre el subte y el colectivo desalienta su uso, en un contexto donde debería ser promovido como alternativa eficiente y sustentable”, concluyeron.
