Desde la fusión de United y Continental que la industria aerocomercial no proporcionaba una noticia tan relevante para Wall Street. El grupo AMR consorcio en el cual está incluida la línea aérea American Airlines irremediablemente declaró su bancarrota.
En el caso particular de American Airlines, tal vez una de las líneas aéreas más famosas del mundo, esta medida fue su necesidad para poder seguir operando, al menos, en el mediano plazo. American, hasta este 29 de noviembre había sido la única línea aérea de los Estados Unidos que jamás se había declarado en bancarrota.
A diferencia de lo que muchos pensaron y pronosticaron –cuyas apreciaciones en general están asociadas al desconocimiento y la necesidad de uso político–, la bancarrota de AA y su consecuente cambio de director general (el nuevo CEO es Thomas W. Horton) significa que la, ahora, cuarta línea aérea más grande del mundo renegociará “bajo presión” de desaparecer nuevos convenios colectivos con sus empleados, –y es dable pensar que ningún empleado de AA será tan duro como para contribuir a que American desaparezca– y con una protección de la ley federal, lo que le significará indudables beneficios económicos también en su renegociación de deuda.
American necesita bajar el costo de sus empleados y ahora una corte federal, en la mayoría de los casos, avalará esa renegociación en favor de la patronal.
American renegociará, con el nuevo CEO que tiene también desde el 29 de noviembre, y con una mirada atenta del gobierno federal todas sus contrataciones, salarios y contribuciones patronales de todos sus trabajadores.
También confirmó sus compras de 460 aviones nuevos que le reportarán mucho ahorro en gasto de combustible en el futuro. El cambio de CEO de American es una decisión normal dentro de la industria aerocomercial y en el caso de American en particular un gesto necesario de la empresa para encarar el proceso de renegociación que tiene por delante.
American es la línea norteamericana con mayor cantidad de vuelos a la región. En nuestro país según el día tiene hasta cinco vuelos. Es factible que en los reacomodamientos futuros de AA, esas frecuencias disminuyan; dado que no será por una retracción en la demanda de tickets, que dicho sea de paso sigue creciendo, Aerolíneas Argentinas o alguna otra empresa, veremos cual, ocupará ese lugar vacío que posiblemente deje American Airlines.
Fuente: Diario Tiempo Argentino
