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“El crecimiento de la actividad económica ya saturó la capacidad de los puertos”

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Para su presidente, Guillermo Misiano, "hay un abanico de oportunidades y nosotros nos estamos embarcando". En diálogo con Notitrans, destacó que "la intensidad del crecimiento de la actividad económica produjo una saturación en el sistema portuario argentino, que sumado a un horizonte donde se avizora un crecimiento aun mayor del comercio exterior, exige urgente mayores inversiones en logística".

 Por eso Grupo Ponal suscribió un acuerdo con la Municipalidad de Ramallo para la construcción y operación de un Complejo Portuario Multimodal de Transferencia de Cargas en un terreno municipal que abarca 36 hectáreas, de las cuales se afectarán al proyecto de inversión aproximadamente la mitad.

 La iniciativa está orientada fundamentalmente para cargas de exportación procedentes del mercado pymes para lo cual se prevé un muelle apto para la operatoria de buques portacontenedores, aunque también pueda operar con buques del tipo feeder y barcazas fluviales, teniendo en cuenta el cambio de paradigma que experimentará la logística portuaria del Río de la Plata e Hidrovía Paraná-Paraguay con las nuevas terminales portuarias que se están construyendo en La Plata.

 El Grupo Ponal mediante su participación en terceras empresas, desarrolló desde el año 1998 importantes inversiones en los puertos de San Nicolás, Quequén y Timbúes por una cifra que supera los $60 millones, que permitieron construir y operar un total de 270.000 toneladas de capacidad de almacenaje de sólidos y 142.000 toneladas de líquidos.

 Notitrans: ¿Qué diferencia este proyecto del resto de las terminales?
Guillermo Misiano: A diferencia de los puertos de la región, este es un puerto abierto cuyo negocio es prestar servicios logísticos a terceros, no operar carga propia como es el caso de las terminales que hay en la región.
   La particularidad de este proyecto es que se trata de una terminal portuaria pensada en las cargas que hoy operan en la zona pero también tratando de apuntar a las empresas pymes que hoy quizás no son un actor importante en el comercio exterior. Esta va a ser la terminal que les va a permitir acceder a los mercados internacionales sin tener que pasar por las manos de intermediarios, que en el fondo se quedan mayor valor de sus productos.

Nt.: ¿Cuándo va estar listo el complejo portuario?
GM: Primero hay que pasar por todo el proceso de permiso y habilitación. Ya se firmó el contrato de concesión con la Municipalidad de Ramallo. Pero ahora faltan otros trámites administrativos, como obtener la licencia ambiental positiva del área de Medio Ambiente bonaerense, y después de eso se pide la habilitación a la Secretaría de Puertos y Vías Navegables de la Nación.

Con la Municipalidad de Ramallo hicimos el plan de negocios, donde incluimos las tentativas para desarrollarlo en el área portuaria. Ahora el área de Medio Ambiente de la Provincia tiene facultades de modificar este plan, y con ese modelo definitivo, debemos ir a Vías Navegables en Nación. La Provincia ya colaboró con este proyecto, y se comprometió a ofrecer el apoyo necesario para que el trámite sea lo más rápido posible.

Una vez que se obtenga la habilitación definitiva, la construcción demandará unos 18 meses, para empezar a prestar servicios.

 

Nt: ¿Qué motivó esta nueva inversión en Ramallo?
GM: La razón de ser es la potencialidad que tiene la zona por un lado, por la creciente necesidad de facilidades portuarias; y por el otro, la necesidad de logística que tiene el país ante la saturación de los puertos de la región. La creciente actividad económica hace que las terminales estén trabajando a su tope operativo. Los puertos de la región debería trabajar con su capacidad operativa en un 60% y superan el 100%.

Existe una enorme potencialidad de desarrollo de nuevos negocios, como consecuencia del corrimiento de las fronteras agrícolas y aumento de la producción. Los negocios necesitan importar y exportar. Vamos camino a una cosecha de 140 millones de toneladas de cereales y oleaginosas en los próximos 10 años, y eso significa la necesidad de importar de fertilizantes, pero también acero para fabricar mayor cantidad de máquinas herramientas para el agro.

Además, los emprendimientos mineros cuyanos que están en exploración, en algunos años ya estarán en producción y ese producido tendrá que salir por algún lado. Y Ramallo es la salida al mar más próxima para Cuyo. Ramallo tiene 34 pies de profundidad frente a su costa, lo que lo hace más que interesante.

 

Nt: ¿Cómo evalúa que se está moviendo el comercio exterior?
GM: Como ya dije, hay una saturación como consecuencia de la mayor actividad económica, de la actual infraestructura. En las rutas se ve cada vez más un intenso tránsito de camiones que tiene que ir a parar a los puertos.

 Vemos al comercio exterior con un grado de saturación en el cortísimo plazo. Se tomaron una serie de inversiones que todavía no vieron sus frutos, como la construcción del Puerto de La Plata, que es un proyecto que cambiará el paradigma detención de contenedores en el río.

 

Nt: ¿Cómo varió la demanda de servicios portuarios en los últimos años?
GM: Hubo un crecimiento real de la economía argentina, y especialmente un desarrollo en biotecnología que nos permitió expandir permanentemente las fronteras agropecuarias y acompañar la agroindustria en el interior del país, que es gran demandante de bienes y servicios.
Las inversiones portuarias estuvieron siempre para atender la demanda de los sectores cerealeros y aceitero. Todos los proyectos inaugurados en los últimos años, ya están al tope de su capacidad de crecimiento. Para el complejo de oleaginosas y aceites, hay una buena oferta de servicios, pero para el resto de las cargas, hay una necesidad muy importante.
 En cargas generales hay un atraso, y en los próximos años se puede empezar a notar esa falta de inversión, tanto por parte del Estado como de los privados. En consecuencia, vemos una oportunidad y nos embarcamos en estos proyectos portuarios.

 

Nt: ¿Qué planes tiene Ponal para el futuro?
GM: Tenemos el desarrollo de otro puerto privado en Lima, en la localidad de Zárate, parecido al de Ramallo, con el cual armamos un plan para trabajar en sintonía, como sistema portuario en la Hidrovía, y no como puerto privado. También hay un proyecto en Nueva Palmira, en Uruguay, para construir una terminal para graneles líquidos. Y resultamos adjudicatarios, en consorcio con otras empresas, para la explotación de la Zona Franca Santafesina en Villa Constitución, para un puerto de ultramar, un puerto franco. Tenemos un abanico de inversiones muy ambicioso; estamos hablando de más de U$S75 millones en inversiones.